domingo 16 Nov 2025
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Y si no polarizamos hoy ¿entonces cuando?

19 junio 2020 11:06 pm
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Por Jhoan Felipe López Castillo

El asunto de la pandemia lejos de ser un tema exclusivamente epidemiológico, es un asunto político que nos debe generar lecciones sobre el modelo económico imperante en Colombia y sobre el gobierno que lo dirige. Por esta razón, frente a la política de la muerte que promueve Duque, yo me polarizo en defensa de la vida digna.

La derecha neoliberal y su proyecto de país apuntaló su arsenal contra la vida de miles y miles de empobrecidos en los tiempos de pandemia, situación que agravó la ya desmontada estructura del estado social de derecho en todo el territorio nacional, usando estrategias criminales ya conocidas ampliamente. Acá presento un ejemplo reciente de ello, el cual nos debe generar absoluta indignación.

El gobierno Duque anunció la semana pasada el mecanismo de la hipoteca inversa[1]. Este instrumento de despojo significa que mujeres y hombres mayores de 65 años pueden solicitar a entidades financieras créditos a partir de figuras de hipoteca de sus casas, la cual se hará efectiva en el momento de la muerte del solicitante. La casa queda en manos de las entidades financieras, la deuda en manos de la familia de quien murió.

Así las cosas, el ministro de Vivienda Jonathan Malagón en su exquisita ignorancia argumenta que este mecanismo responde al principio liberal de libertad de elección[2]. Lo que hay que decirle a este personaje es que son miles de adultos mayores los/as que no tienen las más mínimas condiciones de elegir nada, ni siquiera de elegir las condiciones en que quieren morir.

Así pues, y de manera criminal endeudarán a los adultos mayores, les arrebatarán sus casas, y condenarán a sus familias a deudas eternas con el sistema financiero. Así opera la versión más genocida del Estado colombiano en tiempos de pandemia: el gobierno neoliberal de Duque.

En efecto, la definición de política del actual gobierno colombiano robustece no sólo las exclusiones de los sectores más empobrecidos –en este caso los/as ancianos/as y sus familias-sino también la dimensión genocida del virus. Es decir, el gobierno Duque aprovechó la pandemia no sólo para fortalecer el poder de los mil millonarios en Colombia, sino para seguir devastando las condiciones de vida de las pobrerías fortaleciendo los mecanismos de acumulación por desposesión.

En consecuencia, promueve una especie de darwinismo social que se fundamenta en la eliminación de sectores de la población que ya no son de interés para la economía, es decir, poblaciones desechables “como si la economía pudiese prosperar sobre una pila de cadáveres o cuerpos desprovistos de cualquier ingreso”. (De Sousa Santos, 2020, pág. 71).

No obstante, la cruel pedagogía del virus reafirma algo que ya se ha dicho desde hace décadas, que el actual modelo de sociedad capitalista no tiene futuro, especialmente su última y más antisocial versión: el neoliberalismo. De allí, que debemos agilizar la discusión de las alternativas polarizándonos en función de la construcción de éstas.

En consecuencia, me polarizo en defensa de la vida, de la renta básica universal en tiempos de pandemia, de pensiones universales, del acceso a vivienda a cargo del Estado y en defensa de un sistema público de salud en todo el territorio nacional. Por ello, nunca fue tan urgente disputarle a la derecha neoliberal los escenarios de poder a nivel local y nacional, nunca fue tan urgente entender que ahora es cuando.

 

[1] Ver en : https://www.agenciapi.co/sites/default/files/2020-06/Borrador%20Decreto%20Hipoteca%20Inversa.pdf

[2] Ver en: https://www.elespectador.com/opinion/hipoteca-inversa-y-libertad-de-elegir/

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