Hace pocos días me enteré que en el mes de mayo del presente, murió una compañera transexual de la Argentina, llamada Mariela Muñoz. Antes de esta fecha, jamás había oído hablar de ella, para ser sincera, supe sobre ella por parte de un programa radial de una amiga que es locutora, y mencionó la noticia en su programa, pero ¿quién fue esta mujer? Conozcamos un poco de ella.
Mariela Muñoz nació en Argentina, hace 72 años, y durante su vida crio a 17 chicos como si fueran sus hijos, los que a crecer le dieron una cantidad de nietos y bisnietos. En el año de 1993 un tribunal de menores de la ciudad de Quilmes le quitó la custodia de tres menores de edad que ella cuidaba, y la condenó a un año de prisión.
La señora Mariela fue una pionera en la lucha por los derechos de las personas transgénero y transexuales, e hizo noticia nuevamente en el año de 1997 cuando logró que el estado argentino reconociera legalmente su identidad femenina, al concederle el cambio de nombre en su documento de identidad, siendo la primera persona transexual en lograr este reconocimiento en Latinoamérica, y mucho tiempo antes de que se aprobaran las leyes de identidad de género en nuestros países. Cabe anotar que la señora Mariela se había sometido a operación de reasignación de sexo en Chile en los años 80.
Mariela intentó incursionar en la política argentina en algunas ocasiones, buscando ayudar a compañeras que pasaban por situaciones similares a la suya. En 1997 fue candidata para ser intendenta de la localidad de Quilmes, y en el 2003 intentó ser diputada por la provincia de Buenos Aires, pero no logró los votos necesarios. Nuevamente en el 2009 intentó ser diputada, pero tampoco pudo alcanzar este logro.
En el año 2013, a sus 68 años, logró que una corte le concediera un subsidio o indemnización por los años en que padeció discriminación por su condición de género. A su avanzada edad, la señora Mariela ya tenía bastantes problemas de salud, pues no podía oír, ver, ni caminar bien, debido a un accidente cerebro vascular que sufrió.
Luego de conocerse su deceso, muchas organizaciones que luchan por los derechos de la comunidad LGBTTTI presentaron sus condolencias y destacaron los logros de esta gran mujer en la lucha contra la marginación y discriminación a la que nuestra comunidad se debe enfrentar diariamente en todos los lugares, destacaron su lucha incansable por tener una familia libre de prejuicios y basada en el amor.
Conocer sobre la labor de esta dama, realmente me impactó, por lo cual investigué en varias páginas de internet, para conocer un poco más sobre su vida, y por esto decidí escribir esta pequeña nota como homenaje a su obra, a su vida que fue ejemplo de amor por sus hijos, por encima de los tabúes y prejuicios de una sociedad pseudomoralista e inquisidora, que nos discrimina por no adaptarnos a sus protocolos.
Es importante señalar que la señora Mariela no tuvo hijos biológicos, todos sus 17 hijos fueron de crianza, pero eso no fue impedimento para que esta gran dama tratara a sus hijos adoptivos con el amor y la dedicación que lo haría cualquier madre biológica, e incluso mas aún, teniendo en cuenta que todos sus hijos fueron rescatados de las calles, o recibidos de padres que no podían o no querían criarlos.
Sobre la vida y obra de la señora Mariela, la cineasta franco-argentina María Audras hizo un documental llamado “Amor a paso de gigante”, obra ganadora de un premio en el festival de cine LGBTIQ Asterisco, que narra la vida y obra de su protagonista, en especial durante su último año de vida.
Al igual que la mayoría de nosotras, la señora Mariela soportó discriminación, burlas, insultos y agresiones físicas por su condición, e incluso fue víctima de violación en su juventud, pero esto no fue impedimento para seguir persiguiendo su sueño de ser la mujer que siempre quiso, que siempre debió ser.
Leyendo estos artículos escritos en diversos medios de comunicación, especialmente argentinos, no puedo evitar que me invada un gran sentimiento de admiración, de solidaridad, y de gran tristeza al pensar en todas las dificultades que tuvo que pasar esta madre excepcional, en toda la fuerza y el coraje que tuvo que acopiar para sobreponerse a los obstáculos que la ignorancia y la maldad de una sociedad injusta puso en su camino, pero que no la pudo detener en su propósito de ser una madre abnegada y entregada totalmente al cuidado de sus hijos.
Para finalizar, me gustaría que muchas de esas personas que nos rechazan, que nos discriminan, que nos amedrentan de mil maneras por nuestra identidad de género y en especial por nuestra apariencia, se documentaran respecto a la vida y obra de personas como la señora Mariela Muñoz, que así les duela y les dé trabajo reconocerlo, fue ejemplo de amor, de dedicación, de sacrificio total por sus hijos, que aunque no fueran biológicos, que aunque no los tuvo en su vientre durante nueve meses, como debería ser según los moralistas y radicales, los amó tanto o mas de lo que lo haría la mayoría de madres biológicas.
Sería muy bueno que los sectores radicales, que se complacen juzgando a todos los que no nos adaptamos a sus prejuicios, entendieran algún día que en la vida nada es absoluto, y que no se puede ir por todos lados condenando lo que no se adapta a nuestro parecer, pues la bondad y la grandeza de una persona no siempre están donde queremos o creemos que están, y la señora Mariela fue un claro ejemplo de ello, pues su obra prevalecerá por muchas generaciones.