El proceso de cambio de género es siempre traumático, en especial en el tránsito de hombre a mujer, por infinidad de causas, en especial de orden sociocultural. Debido a que vivimos en un país machista y religioso por tradición, aun es muy común que muchas personas nos rechacen por decidir rebelarnos contra el orden establecido, contra la tradición del género binario que solo aprueba las opciones hombre y mujer, basados en su sexo biológico. Esto crea discriminación, burlas y agresiones verbales que en muchos momentos pueden pasar a ser físicas.
En el día a día de cualquier mujer transgénero siempre está presente en mayor o menor grado el temor, aunque decidamos vivir como queremos, como nos lo indica nuestro sentir, sin importar el que dirán, siempre el temor a ser agredidas por nuestra condición de género está presente, en especial al salir a la calle a hacer cualquier actividad normal para la mayoría de personas.
Hace unos pocos días investigué en internet acerca de crímenes y desapariciones de mujeres transgénero en Colombia, y encontré bastantes casos de agresiones físicas contra chicas trans en la última década en diferentes ciudades del país, en especial en Bogotá, y mucho mas en concreto entre la población de chicas que ejercen la prostitución. También encontré algunos crímenes registrados en otras ciudades como Riohacha, Sincelejo, e Ibagué, la mayoría entre trabajadoras sexuales, que son la población mas expuesta a agresiones entre nuestra comunidad.
En cuanto a desapariciones no pude encontrar casos concretos, solo se mencionaba que en muchas regiones las mujeres transgénero somos objetivos militares cuando grupos al margen de la ley, o incluso grupos legales incógnitos hacen las mal llamadas limpiezas sociales, donde nos incluyen con drogadictos, atracadores, vendedores de vicio, y violadores. También pude encontrar que hasta hace poco, los grupos paramilitares nos tenían como blancos de sus agresiones en las regiones donde ellos ejercían un gran control, tales como la costa atlántica y el Magdalena medio.
La semana anterior también estuve leyendo una publicación de un magazín digital donde se habla respecto al promedio de vida de una mujer transgénero, que es de 35 años, y no solo se ven la violencia y las agresiones a las que se expone como causa de este promedio de vida tan bajo, comparado con el de cualquier otra persona del común, sino que también aparece el tema de salud, ya que gran parte de la población de mujeres trans en la búsqueda de los ideales estéticos establecidos, se someten a tratamientos inadecuados y sin la supervisión necesaria de un profesional acreditado, dado que el sistema no reconoce nuestras necesidades particulares para hacer una transición de género exitosa y adecuada. Esto conlleva a que muchas chicas al no tener el dinero para pagar los costosos tratamientos se sometan a procedimientos caseros, de garaje, que ponen en riesgo su salud y su integridad, siendo esta una causa muy representativa en el índice de mortalidad de muchas de nuestras compañeras.
Puesto que estamos en época electoral, algunos candidatos plantean soluciones a estos problemas, pero son conscientes de que cambiar la mentalidad tradicional de todo un país no es una tarea fácil, que abrirnos un lugar en una sociedad que siempre ha sido reacia a los cambios tomará mucho tiempo, y requerirá un gran esfuerzo de parte de todos, esperamos que quienes lleguen tanto al congreso como a la presidencia pongan su granito de arena en esta tarea de inclusión de nuestra comunidad como parte activa de la sociedad.