Crimen contra adolescente transgénero atemoriza a comunidad Lgbt en Calarcá

2 diciembre 2018 2:14 pm

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Como supimos por este medio, el sábado 21 de julio en horas de la media noche, ocurrió un nefasto y lamentable suceso que hoy enluta a la comunidad LGBT de nuestra región, pues la adolescente Karina Andrea Mejía Jiménez fue asesinada a manos de sicarios en la entrada del barrio Giraldo del municipio de Calarcá, lugar donde la menor vivía con sus familiares. Cabe anotar que en la noticia no se menciona a la menor con el nombre de Karina Andrea, sino con el nombre de su documento de identidad, ya que por ser una niña transgénero, aún no había realizado el cambio en su documento de identidad, por lo cual los medios la mencionaron con su nombre legal, mas no con su nombre real.

El martes 24 se llevó a cabo en el municipio de Calarcá el sepelio de la compañera Karina Andrea, evento en el cual pude estar acompañándola junto con otras representantes de la comunidad transgénero de Armenia, y algunos líderes de la comunidad LGBT de la región. Sobra decir que el dolor de familiares y allegados era evidente, esto debido en especial a la corta edad de la menor y a las trágicas circunstancias en las que pereció. El entierro se llevó a cabo en el cementerio tradicional al sur de la ciudad, donde familiares y amigos dieron el último adiós a la bella Karina Andrea.

Cabe anotar que, aunque yo nunca tuve la suerte de conocerla, no pude evitar el sentir en parte el dolor y la angustia de sus seres queridos, que entre llanto y gritos de dolor despidieron el féretro cuando el sepulturero realizó su lúgubre labor. Igualmente sentí rabia e impotencia al pensar que no hay ninguna pista de quién o quienes perpetraron este repudiable crimen, que muy probable y lastimosamente se va a quedar en la impunidad, como generalmente pasa con crímenes cometidos en contra de miembros de nuestra comunidad.

Es verdaderamente lamentable la situación a la que nos tenemos que exponer las personas de género diverso al tomar la decisión de hacer pública nuestra opción de vida, pues para empezar tenemos que enfrentar el rechazo y la oposición en el interior de nuestras familias, y de igual manera con amigos, vecinos y allegados. También tenemos que cargar con el acoso y rechazo de la sociedad donde nos tenemos obligatoriamente que mover, tenemos que aguantarnos las burlas y chistes mal intencionados que los ignorantes hacen sobre nuestra apariencia o sobre nuestros gustos, perdemos de manera automática derechos tan básicos como el trabajo, el acceso a la educación y a la salud, que de por sí es un servicio que cada vez va en mas detrimento, pero que en el caso nuestro, es mucho peor que para el común de las personas, y ahora más encima tenemos que vivir atemorizados por crímenes como este que se llevó la floreciente vida de la linda joven Karina Andrea…

Este repudiable hecho de violencia e intolerancia deja en el ambiente un aire de temor y zozobra, donde todas nos miramos unas a otras con incertidumbre, con miedo, con impotencia, y nos preguntamos ¿Quién será la próxima? Lastimosamente las autoridades no pueden y tal vez no quieren hacer mucho por nosotras, pues nos consideran personas de categoría inferior, aunque oficialmente no lo puedan decir, pues eso sería una violación a nuestros derechos fundamentales, por eso los crímenes en contra de compañeras nuestras terminan archivados y cerrados como “crímenes pasionales”.

Y para completar, el temor y la incertidumbre aumentan ahora que se posesiona en agosto el nuevo gobierno, que ha demostrado abiertamente el rechazo por nuestra comunidad, y que nos denomina con un despectivo calificativo, “no heterosexuales”. Esto es solo un abrebocas de lo que nos espera, mayor discriminación, mas marginación, aumento de crímenes en nuestra contra, desconocimiento e indiferencia de parte del gobierno, mayor desigualdad…

Tal vez parezca que mi visión del futuro de la comunidad LGBT y muy en especial de nosotras las mujeres trans es pesimista, quisiera equivocarme pero lastimosamente cada vez veo con mas angustia y tristeza que lo que nos espera no es nada bueno… Paz en la tumba de la compañera Karina Andrea y mucho valor y resignación para sus dolientes.

 

 

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