Valentina Suárez Fernández
En 1865, un joven mecánico estadounidense de nombre Pierre inventa un medio de transporte revolucionario e inspirador que modifica la ecuación que tanto aqueja a la humanidad en la modernidad, V= d/t, -Velocidad igual distancia sobre tiempo.
En un siglo confuso, capitalista y antropocéntrico como el XXI, es pertinente hablar de velocípedo o bicicleta; y, de velocidad como magnitud física. La bici es uno de los medios de transporte con mayores implicaciones sociales, culturales y laborales en nuestros días. Justamente a tono con quienes hoy lo practican y triunfan como Egan Bernal en titulares de prensa como “Velocidad en subida, broma de Chris Froome”, vale la pena recordar su historia y sus hazañas.
En el siglo XIX, la creación de Lallement carecía de cadena, cambios y frenos. Por esta razón, sólo hacían uso de este invento las personas, generalmente únicamente los hombres que tenían la destreza en los pies y en todo su cuerpo para garantizar el freno cuando fuera requerido. Posteriormente, se modernizó el velocípedo y pasó a llamarse biciclo, conocido por tener una rueda delantera delgada y alta; y, otra pequeña en la parte de atrás. La osadía indispensable de quienes la usaban limitó la difusión y expansión de la idea. Simultáneamente obligó ajustes en el biciclo para generar mayores condiciones de seguridad. La cúspide de este invento llega cuando los engranajes garantizaron la aceleración y su altura permitió que cualquier ser humano la utilizara. Con estas dos modificaciones la bicicleta permite dos usos sociales importantes, a mi modo de ver:
Primero, que las mujeres al final del siglo XIX, marginadas y excluidas, en su mayoría, pudieran utilizarla luciendo vestidos, única prenda permitida para la época. Años después de este invento, Susan B. Anthony, activista por los derechos de la mujer durante la mayor parte del siglo XIX, declaró que la bicicleta había hecho "más por la emancipación de las mujeres que ninguna otra cosa en el mundo". La posibilidad de utilizar un medio de transporte y la gran opción de salir solas a la calle sin chaperona.
Así como fue liberadora para las mujeres también garantizó una oportunidad para las clases sociales históricamente oprimidas en tanto que permitió la reducción de tiempo a sus lugares de empleo, en una era de revolución industrial y demandó del estado la construcción de vías y caminos para facilitar el transporte con agilidad y rapidez.
La producción a escala de bicicletas fue la puerta de entrada a la empresa fundada por Henry Ford. Hoy, la producción de bicicletas ha aumentado el doble de rápido que la industria automotriz, hasta alcanzar las cerca de 120 millones de unidades al año.
Esa medida de tiempo que es la velocidad achicó distancias y hoy empresas innovadoras en el transporte facilitan su uso mediante el alquiler de bicicletas eléctricas desde aplicaciones móviles diversificando su gama de transporte que inicialmente fue de vehículos de cuatro ruedas.
La bicicleta dos siglos después de su creación continúa más vigente que nunca, sirva recordar los versos interpretados por Shakira y Carlos Vives, “A tu manera, despelucado/ En una bici que me lleva a todos lados/”. En la narrativa musical alcanza reconocimiento, pero también en las recomendaciones de vida sana de quienes la practican de manera activa; y también, en las glorias deportivas del país representadas entre otros por Lucho' Herrera, Martín Emilio 'Cochise' Rodríguez, Nairo Quintana, Rigoberto Urán, Mariana Pajón; y, finalmente, también entre quienes admiramos la capacidad humana para inventar y hacer un instrumento perdurable, ecológico y emancipador para las mujeres y para los oprimidos.