¡NO MÁS PLOMO EN COLOMBIA!

25 junio 2020 11:27 pm

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“Todos pueden oírme,

Pero sólo los sensibles me comprenden”

KHALIL GIBRAN (1)

Al leer el titular de la noticia, mi corazón saltó alborozado. No lo puedo creer, me dije. Que esto ocurra bajo el mismo gobierno que ha manejado con tanta desidia la construcción de una paz real, total y duradera. Que el anuncio venga de un congreso que tan poco ha hecho por detener el desangre en esta entristecida patria nuestra. No lo puedo creer, repetí. Me parece imposible que hayan decidido parar el lento e imparable genocidio de líderes populares, de defensores de los derechos humanos, de indígenas, de ex guerrilleros que firmaron con ilusión un papel que los llevó a la paz de los sepulcros. Ya son muchos los muertos, y es hora de parar el sicariato serial. No lo puedo creer, también van a acabar con tantos grupos armados visibles, ¡y los invisibles que sólo aparecen en comunicados! Los van a enfrentar con toda la fuerza del estado, apoyados en sus cuerpos de inteligencia. De seguro, tendrán que dedicar buena parte de la policía a neutralizar las muchas bandas y pandillas dedicadas al asalto, a la extorsión, al crimen. Pues debo reconocer que esta dictadura civil impuesta bajo la carpa de la pandemia, al fin de cuentas servirá para algo, reflexioné. Además, he sido un mal pensado. Esos soldaditos gringos que el gobierno importó directo de USA, eran parte de una estrategia contra el crimen. ¡Alabados sean el rey y el archiduque! ¡Por fin viviremos en un país civilizado!¡Qué felicidad!

Pero apenas empecé a leer la noticia, la alegría bajó de tono. No era lo que yo, tan ligero, había pensado. Pero la noticia también es buena, me dije para consolarme. El plomo, el mercurio, el asbesto, son minerales nefastos. Este último, que causa enfermedades pulmonares como la asbestosis, calcificación pleural, derrame pleural, cáncer de pleura y cáncer de pulmón fue proscrito tras una larga espera. Colombia se unió a la lista de unos 70 países que lo han prohibido en el mundo. La Ley 1968 del 11 de julio de 2019, prohíbe su producción, comercialización y uso a partir del 01 de enero del año 2021. El mercurio por su lado, aún en pequeñas cantidades, puede ser tóxico y generar alteraciones del sistema nervioso, del aparato digestivo, los pulmones, los riñones, los ojos y la piel. Puede ocasionar graves deformaciones y alteraciones del sistema nervioso del feto. Cuando no, inducir el aborto. Se ha usado de forma intensiva en la minería extractiva, contaminando aguas superficiales y profundas. Se genera en la combustión del carbón en las industrias y en la quema de residuos de la extracción minera. En su forma orgánica, el mercurio está presente en los peces y mariscos. El consumo prolongado de los mismos, cuando los niveles presentes son superiores a los estandarizados, causa los problemas de salud antes señalados. El 5 de noviembre de 2016, por ejemplo, la Revista Semana alertaba por la presencia de altas concentraciones de metilmercurio en algunos lotes de atún enlatado. Y es histórica la llamada enfermedad de Minamata, en Japón, que dejó una lección para la humanidad, pese a no ser publicitada con la amplitud necesaria. La Ley 1658 de 2013 estableció unos plazos para eliminar de forma gradual el uso del mercurio en actividades industriales. Cinco años después, el 16 de julio de 2018, quedaría prohibido su uso en la minería extractiva, especialmente la aurífera. Y otros cinco años más tarde, es decir, a partir de julio de 2023, la prohibición se extendería a todos los procesos industriales y productivos en el país. Diez años más soportando el veneno. En cuanto al plomo, y esta vez no me refiero al balazo asesino, el envenenamiento con este metal genera desde síntomas menores como irritabilidad, insomnio, erupciones cutáneas, letargo, pérdida de apetito, dolores de cabeza crónicos, hasta daños más graves, cuando se absorben contenidos más altos, como encefalitis, daños del sistema nervioso, convulsiones, coma y muerte. El plomo se encuentra en forma inorgánica en pigmentos de pinturas, baterías, cableados, tuberías, textiles, vidrios y en cientos de aleaciones y productos químicos. En forma orgánica en la gasolina y el diesel, aunque su utilización se ha venido controlando cada vez más. El cuerpo absorbe más fácil este plomo orgánico. Aunque hace más de 40 años los países europeos habían prohibido su uso industrial en pinturas y cosméticos, y regulado su empleo en campos de la industria y la química, por fin el congreso en Colombia ha decidido regularlo. Ha aprobado un proyecto de Ley que pasará a sanción presidencial. Debemos alegrarnos por el control de este peligroso metal neurotóxico. Y ojalá algún no muy lejano día, hagamos fiesta porque nuestra sociedad haya decidido acabar para siempre la bárbara Ley del Plomo. Entonces, los colombianos habremos decidido vivir en paz.

(1), GIBRAN, KHALIL, LÁGRIMAS Y SONRISAS/LA PROCESIÓN, EDICMUNIACIÓN S.A., COLECCIÓN FONTANA, BARCELONA, ESPAÑA, 1997, PAG 49.

Luis Antonio Montenegro Peña

Periodista- escritor.

E-mail: [email protected]

Twitter: @gayanauta.

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