Si en algo han avanzado los Departamentos de planeación de las grandes ciudades es en el tratamiento automático de la información por medio de computadoras. Que es, grosso modo, la definición que Google da de la informática.
La información es poder. Pero pienso que hemos confundido los términos. No es para convertirla en poder jerárquico: “Yo se algo de usted”.
El Poder, mejor entendido es el que se relaciona con el conocimiento, descubrir qué y porqué pasan las cosas que pasan en una ciudad.
Lo que en el mundo de la vivienda se conoce como Domótica tiene su equivalente en los centros de control de las ciudades, desde allí se regula la movilidad mediante la gestión “inteligente” de los semáforos, se coordinan las cámaras de seguridad, se encienden y apagan las luces del alumbrado público.
La prioridad ha sido la seguridad ciudadana y la movilidad con cámaras para la lucha contra el crimen y la coordinación de los flujos que deben absorber las vías en la ciudad. Pero poco a poco se ha incorporado a la lista de aplicaciones, otras como la gestión de residuos y el control de emisión de gases contaminantes.
Algunas ciudades gestionan sus residuos a través de “autopistas” subterráneas desde el origen, hasta su tratamiento final, reduciendo prácticamente a cero la presencia de camiones recolectores. En otras ciudades, la medición y valoración de los datos de calidad del aire, permite o no, entrar en vehículos a algunos sectores urbanos.
En el ámbito local las oportunidades para nuevas aplicaciones son muchas y se pueden construir de manera sencilla; por ejemplo, cruzar los datos de la vivienda y la institución educativa donde estudian los alumnos, para determinar cuánto mejoraría la movilidad y cómo se reflejaría en la calidad del aire, si ellos estudiaran cerca de sus casas.
Otras aplicaciones pueden estar en el entorno de la salud pública. Es necesario saber, por ejemplo, en qué barrios o sectores de la ciudad mueren más personas y de qué mueren; porque no es solo un problema de acceso o no a la seguridad social, también es por la manera como nos alimentamos, lo que comemos, el lugar donde compramos lo que comemos. También es el lugar donde vivimos. Y tantas otras posibles relaciones que nos sugiere el entorno.
La información es fundamental para el futuro de las ciudades, los datos acumulados sirven cuando son los generadores de preguntas adecuadas que son las únicas que generan respuestas precisas. Lo demás, reguetón.