La enseñanza de La arquitectura es una de las cosas más complejas, o al menos a mi me lo parece. Entre otras, por dos razones muy evidentes, una, la falta de preparación previa, la del bachillerato, once años y ningún criterio espacial para comprar una casa. La otra es la falta de elementos de medición, sin contar lo técnico constructivo, la arquitectura es muy subjetiva, está sometida a gustos, modas, tendencias, es conceptualmente variable por que ella representa la forma en la que la gente quiere, puede o le toca vivir.
Otras razones tienen que ver con los protagonistas, o con dos de los protagonistas; el profesor y el alumno. Este último debe tener una condición necesaria, que parece que no todos tienen: IMAGINACIÓN. Me sigo resistiendo a aceptar lo que dicen los especialistas, pero parece que es una terrible realidad, hay alumnos que no tienen imaginación. En el caso del profesor, decía un amigo respecto de otro, dejó de ser decano, para volver a ser un simple profesor, todo con tal de oírse. Algo de megalomanía hay entre los que hacemos parte de la formación de futuros arquitectos.
Hace una semana el programa de arquitectura de la Universidad de San Buenaventura, expuso ante la comunidad educativa los trabajos finales de los talleres de diseño, en el Museo Quimbaya de la ciudad de Armenia. Como un buen suceso se puede definir el evento. Trabajos con fuertes raíces conceptuales con un buen nivel de elaboración, produjeron un ambiente de fiesta alrededor de la arquitectura. Trabajos con un fuerte carácter personal, ampliamente arraigados en la personalidad de sus autores, como es la intención de esta Institución Educativa, que fomenta de esta manera el aprendizaje de los alumnos, a través de su propio reconocimiento, encontrar las respuestas dentro de cada uno. El conocimiento de si mismo como otra fuente de inspiración. Todo esto acompañado de procesos de sensibilización que agregan la vivencia, la experiencia, al conocimiento teórico.
Es una lástima que los procesos de socialización de los proyectos de las dos facultades de arquitectura que tiene la ciudad no se den simultáneamente para que la ciudad se enriquezca con la exposición de los trabajos de sus futuros arquitectos. Antes, pero este mismo año se expusieron, en los pasillos del Centro Comercial Calima los trabajos de los alumnos de la Universidad La Gran Colombia seccional Armenia. Con una presentación exquisita, estandarizada y bien explicada. Estos trabajos se parecen mas a la arquitectura que predomina actualmente a nivel internacional.
Este tipo de eventos son útiles para la comunidad educativa porque la sola presentación es un acto de transparencia. La universidad le esta mostrando a la comunidad interesada lo que hizo durante el semestre académico y además que los posibles interesados en formarse como arquitectos tengan una espacio para ver las características de esta carrera, para que mas o menos sepan en qué se van a meter. Porque no es lo mismo que estudiar otras carreras.