Nunca había sentido miedo en este país, ni siquiera lo sentí en la época de la guerra contra el narcotráfico, que estallaban carros, aviones y edificios, nunca, hasta la semana pasada, me sentí oyendo las historias de abuelo sobre como unos de un color y otros de otro se mataban porque el adversario no tenía derecho existir, se le eliminaba, pero esas muertes se hacían de tal manera que el sufrimiento podría ser tal que más bien se suplicase morir. Qué poca gracia tiene la vida cuando nos comportamos de forma violenta. Dicen que nuestro estado actual es el resultado de la evolución durante millones de años, pero que en un segundo los retrocedemos totalmente. Esos son los mensajes que estamos enviando a los que apenas están estudiando. Banalizamos la educación y ahora nos estamos asustando con las consecuencias.
La educación siempre ha dependido del poder.
“Una educación que cuestione el poder no conviene. El pensamiento propio conduce a la anarquía, la libertad total. Es inmanejable. Hay que marcar una línea de pensamiento que favorezca sus intereses y no solamente los económicos, más bien y sobre todo los ideológicos. Una vez se obtiene todo el dinero, lo único que parece que queda por conseguir es mandar. Conseguir que los demás hagan las cosas tal y como alguien lo ordene, tanto en el sentido de organización como en el de disponer de un recurso propio”.
La educación pública no es tan mala como dicen, la que está mal y muy mal es la de los hogares, lo que pasa es que es más fácil echarle la culpa al maestro. El sistema es débil porque falta disposición para el aprendizaje. Muchos van a la escuela porque es obligación ir, al menos hasta los 14. El Estado ha fallado principalmente por el trato a los maestros, “gremio complejo” pero fundamental y valioso para cualquier sociedad. No los ha tratado bien y prácticamente nunca ha estado a la altura de las expectativas del sector. Ahora, con la vuelta a la jornada extendida, se va a actuar sobre la infraestructura educativa. Adecuando y construyendo nuevas sedes educativas, que garanticen los ambientes escolares necesarios para la implementación de un programa educativo.
Paradójicamente los nuevos colegios, los colegios 10, están conformados por nueve ambientes y el décimo que debe ser el patio de recreo solo tiene, dentro de la norma NTC-4595 Rev. 2, unas pocas recomendaciones, eso sí, con la clara intención de que estos espacios estén construidos con árboles, superficies ajardinadas y gran participación del agua.
El patio es todo lo que no es cancha más la cancha, así se define, allí suceden los mejores años de la vida para algunos o los peores para otros. El patio es el gran espacio de aprendizaje, las opiniones no tienen nota y lo que es mejor, no tienen discurso del profesor; y los escritos, si lo quieres solo los ves tu y nadie escribirá encima con lápiz rojo.