Granada, para muchos de nosotros es una palabra evocadora de muchos lugares: La Granada donde está la Alhambra, los barrios de grandes ciudades y en nuestro entorno local, el barrio Granada que aunque no parezca es muy particular, porque está solo, sin la palabra “Nueva” para definirla como una especie de razón social de nuestras formas de organización gubernamental, el Nuevo Reino de Granada, la República de la Nueva Granada. Si, hubo un tiempo en que nos llamábamos así.
Pero Granada sugiere belleza y buenas experiencias. Es eso lo que tiene el barrio Granada de Armenia, con su oferta comercial basada en el pequeño comercio de locales “sacados” de viviendas donde se mezcla el cacharro y la confección con las ferreterías básicas y donde predomina la amplia y asequible oferta gastronómica, intensa el fin de semana, particularmente intenso es el mediodía del domingo, con todas las familias que van allí a comer después de asistir a las diferentes ceremonias religiosas que también ofrece el barrio. Desde este sector se surte gran parte de la demanda de domicilios de comidas rápidas de la ciudad. Las alegrías o tristezas entre amigos o solos el fin de semana causadas por el fútbol televisado están amenizadas con productos elaborados en el barrio Granada.
La zona mas intensa del barrio está sobre la carrera 23 abarrotada de locales, casi todos pequeños de frente pero con fondos profundos, instalándose de forma cada vez menos espontánea y de inocente decoración dando paso a nuevos sistemas constructivos para liberar espacios en las plantas bajas de las casas en las que en muchos casos todavía viven sus dueños. Es un barrio maravilloso, estratégicamente ubicado y con mundo propio, es un ejemplo para la ciudad su manera de mezclar vivienda y comercio, manteniendo la escala local.
El gran reto, que corresponde a la ciudad es la recuperación del espacio público, el estado de sus parques, la calidad de los andenes, la señalización, la adaptación del espacio a grupos sociales con condiciones especiales, las zonas de parqueo y la relación vehículo peatón en su necesaria convivencia. También es necesario verificar algunas condiciones obligatorias de configuración de espacio de pública ocupación, de manipulación de alimentos y de planes de regularización o implantación de acuerdo con el tipo de actividad.
Finalmente un aspecto que hace que la experiencia en el barrio parezca aterradora es la gran contaminación visual y auditiva. Los diferentes tipo de letreros compitiendo entre sí, por tamaño color, ingenio, luminosidad, confunden en lugar de aclarar la oferta de cada lugar. Hay sitios donde hay que pensar bastante para hacerse una idea de la posible fuente de inspiración que tuvo el decorador. Pero tal vez este sea el encanto de este lugar de la ciudad, la espontaneidad, la naturalidad de la oferta que no se deja apabullar por ninguna campaña de marketing, ellos venden lo que creen que hacen bien. Tiene razón, sus productos son muy buenos.