Por estos días se ha hecho un descubrimiento fortuito, un descubrimiento que sale del estudio de las corrientes migratorias en el océano Atlántico.
Cuando se llevaba a cabo este estudio, biólogos marinos descubrieron un comportamiento anómalo en los langostinos, los pillaron haciendo corro.
Los biólogos marinos ya habían identificado algunos comportamientos raros en estos animales, pero no la formación de corros. Lo que sucede es que los langostinos se desprenden de sus pieles y se unen uno a uno por su cola, en una danza exótica.
Algunos sociólogos ven en este comportamiento crustáceo similitudes a los de los seres humanos, lo fascinante del langostinos en corro es que no se junta para aparearse, para defenderse ni para marcar territorio, es extraño pero dicen que estos langostinos se juntan porque quieren estar juntos, como nosotros que nos juntamos para ir por una cerveza, para ver un partido de fútbol o solo para pasar un rato agradable.
Hace un tiempo en nuestro país se hizo un descubrimiento fortuito que sale también de corrientes migratorias. Se descubre un comportamiento anómalo en magistrados y uno ya identificado en congresistas. La Corrupción en Corro.
Pasa casi lo mismo, los corruptos se desprenden de sus pieles y se unen uno a uno por el billete, en una danza turbia y oscura.
Se les puede ver haciendo Corrupción en Corro desde sus oficinas, desde restaurantes, clubes, fincas, sus casas; desde cualquier parte, aunque es un fenómeno ya visto, hoy en día este comportamiento anómalo se ve no solo en alta mar política, se ve con facilidad en los muelles y en las orillas.
Y se puede ver gracias a personas que han sido parte de la Corrupción en Corro, que se han entregado a los pescadores y han cantado, gracias a otros que fueron pescados y también hablaron y sobre todo gracias a los que hacen de pescadores, porque en nuestro país la pesca de Corrupción en Corro es algo que no se puede explicar, no hay otro tipo de pesca igual, es algo muy difícil y muy increíble de hacer, es el arte de pesca más complicado del mundo.
Los que hacen de pescadores valientes son congresistas con aspiraciones presidenciales que navegan aguas tormentosas para cumplir con su trabajo, tienen pulso de hierro, son unos extraterrestres en la pesca de corruptos en corro, perciben donde está el corro, lo sienten en el cuerpo, en alta mar política sin explicación alguna detectan el corro y proceden a pescarlo.
Me alegra que hayan todavía pescadores de Corrupción en Corro en nuestro país, una misión dura y extremadamente peligrosa que tenemos que agradecerles el año próximo en las urnas, para que de pescadores pasen a capitanes del barco y desde allí pesquen y terminen con la Corrupción en Corro que azota este océano maravilloso que es Colombia.
