El futuro no es ahora

26 noviembre 2017 11:30 pm

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Cuando era niño me imaginaba muy diferente los días de hoy, y creo que todos se los imaginaban distintos, el futuro y nuestra expectativa sobre él nos ha fallado.

Hace 20 o 25 años fantaseábamos con autos voladores, viajes low cost al espacio, robots con apariencias humanas, zapatillas que se ataban solas e infinidad de rarezas absurdas que abrumarían a cualquier persona del siglo XIX o XX, como le pasó a Marty McFly cuando con el Doc, viajaron en el futuro y llegaron al 21 de octubre de 2015, en la película Back to the Future.

Las películas de los 80’s y 90`s nos ilusionaron con un futuro que como tal nunca llegó, y es triste que no haya sucedido así, como lo teníamos todos en el imaginario, es triste y rabioso pensar que en el futuro, es decir, en el año 2017 no haya todavía una cura para el cáncer, para el VIH o para otras enfermedades mortíferas, que no haya una cura o un método eficaz para combatir las adicciones, todo tipo de adicciones; que existan personas parapléjicas, ciegas, sordas, mudos o sin extremidades en su cuerpo.

Esto puede leerse absurdo, o muchos dirán: “que chino tan bobo” pero en el futuro que soñábamos no existían los amputados o los parapléjicos, y ese era el futuro que la humanidad necesitaba en la vida real.

A la ciencia y a la Medicina al igual que a la tecnología los ha dejado el bus del futuro, seguramente lo que menciono acá arriba de la cura de las enfermedades y la regeneración de partes del cuerpo debe ser sumamente complicado y creo que se hace el mayor esfuerzo para llegar a eso, sin contar los increíbles avances a los que ya han llegado, pero sin duda los ha dejado el bus del futuro, o por lo menos van colgados de la parte de atrás, y mucho más en los países tercermundistas, como el nuestro.

Y esto le pasa no solo a los científicos, le pasa a todo el mundo, a nosotros los colombianos, porque tenemos un modo de pensar no acorde a la época que vivimos; seguimos pensando en los intereses personales y no en los colectivos, somos machistas, feministas, homofóbicos, envidiosos, todavía muchos problemas los resolvemos a las malas, con violencia, tenemos como héroes a bandidos y nos esperanzamos y confiamos a ciegas en un guerrerista de Crocs.

Si Marty McFlay y el Doc en su viaje al futuro hubieran aterrizado en Colombia, habrían quedado estupefactos no con las zapatillas que se amarran solas, sino viendo que hay gente que todavía se opone a un proceso de paz que en un año ha salvado alrededor de 3.000 vidas.

Quedarían de una sola pieza viendo que en Bogotá el principal medio de transporte masivo son unos buses pegados unos a otros que se llaman Transmilenio, y que prefieren construir más estructuras para esos buses que para un Metro.

Quedarían locos viendo la podredumbre de la política nacional y el adormecimiento del pueblo con el tema, se sentirían confundidos y estúpidos viendo el contenido que hay en la televisión, llevarían al pasado una alerta de un virus de estupidez humana después de ver un capítulo de Protagonistas de Novela o después de ver a Vargas Lleras como candidato presidencial, o después de escuchar a la gente decir “yo voto por el que diga Uribe”.

De pronto hay personas entre nosotros que han viajado en el tiempo para arreglar este mierdero y nosotros no nos hemos dado cuenta por estar creyendo mentiras de unos pocos que sin viajar en el tiempo entendieron que confundiendo a la gente tendrán súper beneficios propios.

Hay que despertar e identificar a los Marty McFly que quieren recomponer el presente, dejar a un lado el pasado y armar un futuro próspero, digno de un guion de Back to the Future.

 

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