La imaginación para entretener y divertir se está perdiendo, es como si unas mentes corrompidas se la estuviera absorbiendo a los creativos del país por medio de aparatos telepáticos.
Después de ver imaginación derrocharse en los años 80 y 90 tanto en revistas y en programas de televisión como Dejémonos de Vainas, N.N, El Siguiente Programa, Vuelo Secreto, la brújula Mágica o el Noticiero Quac; sin contar grandes comerciales de televisión como los de Davivienda, Seguros Bolívar o Colpatria.
Hoy en día con la última gota de imaginación que queda, los creativos del país, babeando sentados en un sillón incómodo y sin inspiración solo hacen comerciales de demos; demos de todo, de shapoos, cremas, jabones, salchichas; y entretienen a los colombianos con programas que en vez de hacer reír hacen llorar de la rabia. Justamente el sábado estaba vi un pedazo del show más deprimente de la televisión, Sábados Felices, un programa triste que evidencia la falta de imaginación y creatividad, en un pasaje del programa salían dos señoras aparentemente costeñas, quisieron parodiar a dos chismosas de barrio, de esas que se sientan en el portón de la casa a rajar de todo el mundo. Una parodia deprimente, risas falsas, y chistes de los que no se reiría ni Jota Mario, ni un borracho, ni un niño; esas dos mujeres yo creo que se pusieron a llorar en el camerino después de hacer dicha presentación, o de la tristeza la gordita y su amiga se comieron todos los buñuelos y la natilla del canal.
Y es que ellas ni nadie tiene la culpa, los únicos responsables de este debacle son las mentes corruptas que les succionaron la imaginación para aprovecharla en beneficios personales, un poder que usaron y están usando para robar a todos los colombianos.
Exalcaldes, exgobernadores, senadores, representantes a la cámara, jueces y otro tipo de empleados públicos son los que han corrompido la imaginación, porque se la han robado al arte, al entretenimiento y la diversión para usarla y darle magníficas vueltas a amaños de contratos, sobornos, desfalcos y todo tipo de cosas indebidas que en muchos casos salen victoriosas.
La imaginación en nuestro país está destinada para usarse definitivamente en cosas perversas, y eso lo acabo de comprobar cuando pase por una sala de cine y en cartelera vi en estreno la gran película colombiana de este año “El Paseo de Teresa”.
