Juan Fernández Cerón
En la actualidad donde pensar, dialogar y ser críticos ha perdido todo su sentido es necesario despertar el interés por todo lo que nos rodea.
La mejor manera para acercarnos y ser agradables en una comunidad, es buscar la alegría con ejemplos de los problemas a tratar, de buenos modales para entenderlos en su contexto.
Este fue el primer paso para introducir el estudio de la filosofía y la pedagogía, no les hable del ser, del ente, del onto, de la episteme, ni de la fenomenología, modifique todo, y lo trabaje con acción básica acerca de cómo cuestionar lo que hacían o escuchaban, los quería críticos, no criticones y al decirles que no dictaba clases ni evaluaba los sorprendió mirándose unos a otros.
Es una iniciativa de risa y sorpresa al hablar de amor, conciencia, respeto, confianza, voluntad, dignidad, compromiso, contexto, es decir, se despertó el imperativo categórico de Kant, el deber para actuar con responsabilidad, reconociendo las acciones correctas, con autonomía y dignidad personal y el debido respeto.
Motivación para actuar con moral, con ética, en la importancia de la intención, la voluntad y el respeto, nos abren el camino a la reflexión, a la razonabilidad, a la creatividad, al pensar crítico, respetando y actuando con dignidad, sin intereses ni discriminaciones.
Esta es la huella que debemos dejar para que siempre nos recuerden, porque se creó la conciencia de ser estudiante, persona y sociedad, renovando y transfigurando el verdadero sentido pedagógico basado en el ser humano. dando significado a nuestra realidad con el conocimiento adquirido.
El propósito es motivar y entender la importancia de la confianza en sí mismo, en el otro y lo otro. Despertando la importancia de ser humano pensante, crítico, creativo y la finalidad de educarse y estudiar.
En síntesis, se logra ver cuáles eran sus metas, las condiciones en que vivían y actuaban, quienes eran, que importancia tenía estudiar, para muchos era más importante el dinero fácil, las novias, el sexo, todo esto los hacia sonreír y reflexionar sobre su vida. No me preocupe por decir que era la filosofía, la pedagogía, la investigación, la episteme ni quien era Platón, Aristóteles, sabía que poco les iba a interesar, porque sus padres les prohibían hacer estos estudios, nada de esto me detuvo, tampoco fui un san Juan, pero sí los entendía en su contexto.
Las fobias al estudio y su abandono a educarse y a ser humanos sociables, está en la poca o ninguna importancia que se le da a investigar, ser crítico, leer, saber escuchar y leer y entender un contexto
Las deserciones y abandonos educativos y humanos radican en la incomprensión de los “contextos”. Todo se inicia con temas para nombran las cosas, las pasiones o la historia con palabras diferentes para decir lo mismo bajo circunstancias o realidades de vida diferente; de ahí los abandonos, el aburrimiento. Así, la pregunta “¿Qué es la filosofía?”, ¿Qué es la investigación, la pedagogía? que se basan en preguntar: el ¿por qué, el cómo, el qué? y para qué, son principios cuestionadores para entender, comprender y saber vivir en el mundo.
Para iniciar a estudiar a practicar estos principios, primero hay que saber entender los contextos, de donde salen las preguntas para seguir preguntándole a la pregunta y cuestionar la historia, las culturas, las costumbres, las ideas, las religiones, el medio social.
El contexto produce la pregunta. La filosofía, la investigación pedagógica se basa en cuestionar: el ¿por qué?, el cómo, el qué y el para qué, para poder entender, comprender, reflexionar para saber existir en el mudo.
Para leer o estudiar las diferentes disciplinas, la filosofía, la investigación pedagógica, es necesario leer y entender críticamente los contextos físicos, humanos, son los que producen la pregunta, responde al estado histórico, la paz, la convivencia, la felicidad, el amor, lo social, nuestros problemas, circunstancias y necesidades, a una situación, al tiempo, espacio, épocas, culturas, ideales, lo político, creencias, por ejemplo: no entiendo la razón que le dan la paz, la politiquería que solo le interesa es el bienestar propio o la obediencia servil, entre seres humanos, si todos queremos la paz, la justicia, la felicidad, la vida.
Nuestro contexto actual ha perdido el pensar crítico y contextual, porque el dia-logos ha perdido el sentido de la realidad.
Si educamos comprendiendo, entendiendo los contextos, nos ahorraríamos muchos problemas, hoy muy necesarios dentro del ámbito de la inteligencia artificial, identificando el contexto para llegar a un dia-logos real, coherente, humano.
Fortalecer la autoestima, la metacognición son fundamentales para cambiar esa realidad memorística repetitiva que produce seres dominados, adictos, pasivos, indolentes.
Para cambiar esta realidad hay que repensar la forma de educar, despertando cambios culturales, un futuro evidente. Hay muchos profesores que lo hacen, pero hay otros que siguen enseñando como aprendieron para un mundo que ya no existe y que hay muchos factores que replantear y considerar como son, el uso de los celulares, padres de familia que presionan, estudiantes apáticos, violentos.
Hay que pensar en una escuela como laboratorio vivo, recordemos que escuela somos todos: maestros, padres de familia, sociedad, instituciones, medios de comunicación, que nos impulsen la cognición y formación emotivamente.
No es un juego o un profesor que habla que habla en toda la clase frente a un tablero, esto aburre y quita las ganas de aprender, crear, reflexionar, criticar, de ser.
La formación de maestros es otro dilema, terminado su estudio salen a repetir conocimientos, cambiar este proceso es bastante difícil pero no imposible.
La metacognición es preguntarnos cómo estamos aprendiendo, como pensamos y reflexionamos críticamente, con autonomía, autoaceptación y autogestionar nuestro aprendizaje, o sea, lograr que el estudiante pueda pensar acerca de cómo está pensando, es trabajar la cultura de que es el conocer pensando y olvide la repetición y copia investigativa de información
Se debe fomentar el pensar por sí mismo, argumentando, contextualizando, relacionando, de esto falta mucho en la actualidad, crear un aula socializadora de saberes, reflexionado, tomando el error como principio de conocimiento, que el docente es estudiante, investigador que valora la autoestima, que no se enfoque tanto en lo cognitivo desechando las habilidades psico sociales, humanas.
Un maestro con autoridad, con autonomía, una cosa es lo que pide el MEN, o los administradores de educación, los decretos, y otra es lo que hay que hacer, el desafío son las causas no las consecuencias, las oportunidades y no las limitaciones. Pero todavía hay docentes demasiado enfocados en la transmisión de contenidos, en terminar un programa, este enseñar no es aprender. Hay que conocer el rol del estudiante y motivarlo, derrotando el aburrimiento.
Enfocar la mirada de la relación entre filosofía, pedagogía e investigación, que es enseñar a pensar críticamente, más que trasmitir conocimientos, es inducir a reflexionar, ¿qué significa?, ¿para qué sirve? y como aplicar lo aprendido.
Que un texto es una guía para entender la realidad de un contexto donde debe reinar la forma de pensar, contextualizar, inferir la teoría expuesta en ellos y no la repetición memorística que muere en el aula.
Investigación pedagógica, filosófica, es el amor al conocimiento, es el camino del buen pensar, reflexionar, admite cuestionar problemas como praxis de la razonabilidad humana, por el sentido de nuestra vida, es una experiencia que va más allá de lo cotidiano, aviva, induce a observar y cambiar nuestra actitud, a vivir, es el pensamiento crítico y el humanismo social.
Es la reflexión crítica y compromiso activo en los temas sociales, públicos, es la importancia en la construcción y fortalecimiento de sociedades libres, justas.
Investigación pedagógica, significa preguntar y responder con preguntas por el sentido de nuestra vida, es una experiencia que difunde el diario vivir, que estimula y origina cambio de actitud, de nuestra forma de saber pensar desde nuestro vivir y actuar, cuestionado nuestra existencia, con el hombre discriminado, con la injusticia social, con razonabilidad y reconstruir nuestra experiencia personal como ser humano que nos identifique lo que somos y para donde vamos.
Son saberes que ayudan a identificar la propia existencia, crea cultura para comprender el mundo, sus valores, reflexión y sentido consciente acorde con lo que pensamos y somos en la vida real.