DIÁLOGO, NO PUEDE SER UNA PALABRA VACíA

20 mayo 2021 12:36 am

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María Nelly Vanegas Agudelo

La comunicación, es el intercambio de mensajes entre dos o más personas, que intentan establecer una conexión, en un tiempo y espacio determinados, para negociar o compartir ideas; que por lo general, deben ser claras y comprensibles para ambas partes.

Para entender lo que significa comunicar, es importante saber de dónde procede dicha palabra, y es del latín communicatĭo, que significa: compartir información, participar en algo entre varios o poner en común una idea.

Los expertos coinciden, que para que haya comunicación, debe existir una persona que diga o exprese un mensaje a otra, quien a su vez lo recibe entendiéndolo, ya que es expresado a través de códigos compartidos por ambos interlocutores y que se conoce como lenguaje.

La comunicación, surge de la necesidad de intercambiar opiniones o sentimientos de manera exitosa. Su objetivo, es que el otro pueda entender lo que se expresa.

El proceso comunicativo es esencial para la vida en sociedad, pues, permite que los seres humanos se expresen y compartan información entre sí, establezcan relaciones, lleguen a acuerdos y sean capaces de organizarse.

Los escenarios en los que se desarrolla el proceso de comunicación, son influenciados por diferentes circunstancias como: el espacio físico en el que se da la comunicación, el contexto social en que esta se desarrolla, la interpretación del mensaje, los roles de las personas que intercambian mensajes , la forma en que se expresan los interlocutores tanto verbal, como gestual, la claridad del mensaje, la congruencia entre lo que se dice y el tono en que se dice entre otros.

La comunicación asertiva, es aquella en la que el emisor logra expresar un mensaje de forma simple, oportuna y clara, considerando las necesidades del receptor o interlocutor.

Para que sea adecuada debe ser asertiva, lo cual es una habilidad social importante, asociada a la inteligencia emocional y a la comunicación no verbal.

Una adecuada comunicación, favorece la organización social: influye en la interacción de los grupos sociales que comparten un código común y les permite establecer acuerdos y organizarse.

Un aspecto importante en el proceso de la comunicación es saber dialogar, lo cual quiere decir, según el diccionario, poder discutir sobre un asunto o sobre un problema, con la intención de llegar a un acuerdo o de encontrar una solución.

En la comunicación, el diálogo es una de las estrategias más eficaces y, a la vez, más difíciles de lograr. El diálogo permite escuchar y entender al otro para construir acuerdos, para resolver conflictos de forma pacífica, actuar en situaciones de emergencia y trabajar en equipos para alcanzar objetivos de bien común.

En el diálogo se debe tener en cuenta valores importantes como la tolerancia, el respeto, hacia el otro; no hay diálogo si no hay respeto; esto implica que ninguna de las personas debe colocarse en una actitud impositiva porque esto genera rebeldía. Se debe tener una actitud en la que se reconozca la importancia de lo que el otro dice, de lo contrario se genera molestia y desconfianza en el interlocutor.

Al dialogar se debe ser honesto, esto genera confianza en el otro, para ello, además, se debe ser amable en la forma como se hacen o plantean las propuestas, es decir, sin exaltaciones, gritos ni exigencias en las que se muestre una lucha de poder, esto por supuesto implica ser humildes y bondadosos con la contraparte, entendiendo sus posiciones, sin que ello quiera decir que se acepten sin cuestionamientos; pero sí, que cada uno sea empático con el otro, lo cual facilita llegar a consensos, que a su vez deben conducir a soluciones justas para las partes.

Cuando se dialoga buscando llegar a una negociación, el enfoque debe estar en los intereses y no en las posiciones de cada uno. Cuando se centra en los intereses se encuentran soluciones a los problemas aprovechándose las oportunidades mutuas, mientras, que enfocarse en las posiciones es tratar de hacer que el otro haga o acepte lo que nosotros unilateralmente queremos sin tener en cuenta las necesidades y realidades del otro.

El diálogo debe llevar a conciliar los conflictos, para ello, se debe buscar soluciones que satisfagan las necesidades y ambiciones de las partes involucradas; indagando, beneficios mutuos; por lo tanto, ampliando las opciones en vez de pretender una sola respuesta,

Se debe insistir en que los criterios sean objetivos: buscando acuerdos que además de satisfacer a las partes, sean viables y las ayuden en la indagación de la mejor solución. Para ello, a través del diálogo, se debe examinar voluntariamente las discrepancias consiguiendo una decisión conjunta sobre lo que afecta a ambas partes y que sea la mejor solución para el país.

El gobierno debe analizar las causas que han originado las distintas protestas y movilizaciones, estudiando la raíz del inconformismo social que aunque viene de tiempos y gobiernos anteriores, ha ido generando un descontento general profundo que merece ser atendido, planteando soluciones en las que los distintos sectores de la sociedad se sientan incluidos, disminuyendo también las profundas desigualdades sociales Para ello se debe hallar entre las partes salidas constructivas al conflicto.

La solución tiene que ser dada en consenso en una construcción continua que genere cambios profundos y justos buscando soluciones de fondo y no parciales para pasar la crisis, de lo contrario, el descontento seguirá creciendo hasta generar un estallido, que ponga en serio peligro la institucionalidad, causando un conflicto de grandes proporciones que lleven a salidas antidemocráticas.

El papa Francisco afirma que “la búsqueda de consensos y acuerdos tiene que estar unida a "una sociedad justa, memoriosa y sin exclusiones". Si no, sería un proyecto pacificador "de unos pocos para unos pocos" (EG 239), pan para hoy y hambre para mañana. Tienen que generarse procesos de integración de los descartables, los olvidados, los invisibles, esos que no vemos porque no están en los lugares donde nosotros nos movemos y entonces no tocamos su carne herida. Aunque nos arreglemos para no verlos ni tocarlos, ellos también son parte de la sociedad, tienen derecho a vivir con dignidad y a ser integrados”

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