María Nelly Vanegas Agudelo
Después de tantas angustias que ha vivido la patria, por las que la mayoría de los colombianos hemos sentido que el corazón se nos desgarra, al ver como en cuestión de días el país ha reversado en años, porque las partes en conflicto no logran llegar a entendimientos claros y viables; hemos podido ver una lucecilla en medio de esta horrible noche, como dice el himno nacional.
Dicha luz, nos ha llegado por cuenta de un muchacho, como muchos jóvenes de Colombia, que se levantó con esfuerzo, tanto de su familia como propio y que juntos tejieron sueños que han podido cumplir a base de solidaridad familiar, amor, disciplina y tesón.
Egan Bernal empezó en el deporte del ciclismo siendo muy niño, cuando salía con su padre a montar en cicla. Es en esa compañía que surge su amor a este deporte. A los ocho años da muestras de lo que iba a ser, al conseguir en la participación de su primera carrera, una beca en una escuela de ciclismo.
Desde entonces, a través de coraje y disciplina, le ha brindado satisfacciones al país. El lunes estremeció al mundo entero con su espectacular actuación en la etapa número dieciséis.
Se vaticina que será el campeón del Giro de Italia como lo fue del Tour de Francia en el 2019. Se espera que lo sea, si no surge algún imprevisto, lo cual no importa, pues ha demostrado coraje, valentía y gallardía en sus actuaciones.
No es el único deportista que le brinda satisfacciones al país, la lista es larga y en los diferentes deportes.
La historia del ciclismo colombiano se remonta al año 48, en el que se conformó un equipo, en el cual figuraba Efraín Rozo, quien dio el primer éxito al ciclismo colombiano al conseguir la medalla de oro en los juegos centroamericanos.
A finales de 1950, hombres visionarios trataron de organizar en Colombia una carrera por etapas igual que se hacía en Europa.
Por aquella época, las carreteras eran de trocha y a ellas se les midieron titanes, entre ellos Efraín "El Zipa" Forero, quien hizo solo la travesía desde Bogotá, cruzando en bicicleta el Páramo de las Letras, pasando por las orillas del Magdalena, bordeando las cumbres cercanas al Nevado del Ruíz, para descender hasta la ciudad de Manizales, a donde llegó de noche, mientras era esperado en la ciudad como un héroe. ¡Tenía entonces 20 años!
Un año más tarde, sería el primer campeón de la vuelta a Colombia. A él le siguieron otros como el antioqueño Ramón Hoyos Vallejo, llamado “El Escarabajo de las montañas”. A estos colosos los sucedieron muchos otros.
Lucho Herrera, Martín Emilio 'Cochise' Rodríguez, Nairo Quintana y Rigoberto Urán entre otros, quienes han dejado el nombre de Colombia en alto, llenándolo de gloria, a la vez que han hecho vibrar los corazones de los colombianos de orgullo patrio.
Todos ellos han dado lo mejor de sí dejando en las carreteras del mundo sangre, sudor y lágrimas y no por ello han abandonado sus sueños, los ha guiado el amor a su patria, la cual han representado con orgullo y pundonor.
Las molestias personales, como la caída de Lucho en 1987 en la vuelta a España, no le impidió pedalear con el alma y llegar a la meta.
Egan sufre de dolor de espalda producto de una escoliosis, originada por tener una pierna más larga que la otra; ello no ha sido obstáculo para que se entregue con pasión en las carreras, alegrándonos el alma en momentos en que la tenemos encogida por los desmanes de otros jóvenes, que encausan mal sus energías dejándose manipular, o llenos de rabia, en lugar de ser propositivos, porque, como diría la escritora Gloria Chávez, solo ven su verdad que no es la verdad.
Colombia precisa de jóvenes luchadores, participativos, que pongan al servicio de la patria su intelecto, que aporten desde los diferentes escenarios en los que se mueven, sus ideas, su trabajo; sea como educandos, estudiando e investigando, sea como trabajadores, creando y aportando para construir un mejor país.
Necesita políticos comprometidos y honestos, que planteen estrategias en el área de la salud, la educación y el deporte, que den mejores oportunidades a las nuevas generaciones.
Es hora de que todos aquellos que ocupan cargos públicos no busquen pensiones vitalicias en corto tiempo, ni expriman el presupuesto del estado en su propio beneficio.
Necesita ciudadanos que voten a conciencia por programas, para que no tengamos zánganos en el congreso que van a dormir y ante dificultades como las que vive el país, no pasen de agache, ya que ellos cogobiernan. ¡Así que también la responsabilidad del buen funcionamiento del país, es de ellos!
Colombia es un hermoso país, tiene gente buena; la pluralidad de su cultura, su raza; su inmensa riqueza en productos que nos da esta amada tierra, hacen de su gastronomía un deleite que invita a la compañía, al compartir.
La diversidad de sus hermosos paisajes, adornados de variedad de flores que la engalanan y ríos que corren majestuosos por entre sus llanos y montañas, hace de esta patria un paraíso. Mirarla nos invita a trabajar por ella, no a destruirla.
Necios aquellos que no interpretan su mensaje; ella nos da las herramientas para que trabajemos juntos en paz y con justicia social.