QUÉ SER: PA, PAPÁ O PADRE

23 junio 2021 11:26 pm

Compartir:

María Nelly Vanegas Agudelo

Hace poco circuló por el chat un escrito anónimo sobre la diferencia entre padre, papá, papi y pa; más que desacuerdo semántico en estas palabras, lo que hay que analizar es la complejidad en la función. Así, papá es el sinónimo coloquial de padre, que es diferente de Papa con mayúscula, que designa al líder de la iglesia y de papa que es un alimento, el pa no se sabe qué significa, según el correo algo así como pa qué sirves.

El término Padre viene del latín pater, utilizándose con varios sentidos: a manera expresión de respeto, como progenitor, o cabeza de una familia.

La palabra padre significa autoridad, papá igualdad. La escritora Rosaura Rodríguez, con algo de ironía en uno de sus libros, nos dice que madre solo hay una y papas hasta en el mercado, minimizando el papel del padre al cuestionar desde un enfoque muy feminista el rol tradicional otorgado a la mujer

Lo anterior trae a mi memoria una anécdota de hace muchos años, cuando el niño vecino que nos visitaba con frecuencia para observar los canarios que habían en casa y para que le leyeran cuentos, pregunto un día: si mi mamá trabaja, mi abuelita nos cuida y el Niño Dios nos trae los regalos, para qué sirve mi papá?.

La función del padre, ha ido desdibujándose y adquiriendo nuevos significados que tienen que ver con los nuevos roles que ha ido imponiendo la cultura dentro de la familia y con los mismos cambios que esta ha dado, producto de las variaciones sociales.

Cuando se llama pa al papá, la autoridad y la jerarquía queda diluida y por lo tanto, la conducción del grupo familiar, con lo que ello implica, cambia radicalmente porque los padres se convirtieron en parches proveedores, quedando los hijos a la deriva, sin modelo y sin dirección.

Según la Psicología, el padre constituye una figura de autoridad dentro de la triada padre-madre-hijo y cumple inicialmente la función de separación de la relación diádica que guarda la madre con su hijo, para poder formar la triada que va a facilitar la estructuración psíquica del infante. Pero además el lugar que ocupa el padre es el de la autoridad y ley para el niño, de esta manera tiene una función ordenadora.

La ley tiene que ver con los límites creados por la cultura, en donde el objetivo es que el sujeto tenga en cuenta al otro al efectuar determinadas acciones. Dicho de otro modo, no se puede hacer todo lo que se quiere porque uno está sujeto a las particularidades sociales.

Según algunos psicoanalistas, entre ellos Winnicott, en los primeros meses de vida, el rol del padre es proporcionarles a madre y bebé un ambiente seguro y libre de ansiedades. Esto posibilita que la madre pueda satisfacer las necesidades de seguridad y sostén que necesita el recién nacido.

“El padre es necesario para propinar apoyo moral a la madre, para respaldar su autoridad, y constituirse en el ser humano que representa la ley y el orden que la madre implanta en la vida del niño” (Winnicott, 1991)

La madre tiene sus fuentes de estabilidad emocional y afectiva en el padre, quien se constituye en una fuente de apoyo imprescindible para ella, respaldándola en el orden y la autoridad. De este modo, padre y madre, en términos de las funciones que representan, propician los espacios físicos y emocionales adecuados a los procesos de maduración del infante.

Posteriormente, el padre debe encargarse de poner límites y establecer reglas. Esto debe ser transmitido de manera clara y calmada. Se trata de ejercer la autoridad de una forma no autoritaria. Cuando esa función no se da, la ley no se instaura de manera adecuada, lo que ocasiona una falta de diferenciación entre lo que está bien y lo que está mal, entre lo incorrecto y lo correcto

“El amor que el niño siente por el padre, a quien percibe todo poderoso, funda la ley para siempre….” (Julien, 1991) De esta forma el padre se constituye en el ser humano que personifica la ley y el orden, en el representante de la ley.

André Green, sostiene que el padre nunca es un amigo. Incluso durante el juego con sus hijos, el padre es el representante de las reglas y quien hace que estas se respeten.

El padre permite enfrentar la realidad y la separación, él otorga libertad, concede al hijo un sentimiento de seguridad y de alteridad. La función paterna es indispensable para que el niño asuma su propia individualidad, identidad y autonomía psíquica necesaria para realizarse como sujeto.

Representante del mundo externo, el padre enriquece en gran medida el mundo del niño al operar como figura que expande su realidad más allá de la madre y de su relación con ella; es objeto de identificación en la medida en que está disponible para el niño, este se identifica con él, principalmente por sus cualidades positivas.

Para Jung el arquetipo del padre supone un principio de autoridad, una guía que con su ejemplo marca el camino del hijo. Las características propias de este arquetipo son la disciplina, la responsabilidad, la fuerza de voluntad, la estabilidad, la autoridad y el sentido pragmático de la vida.

Se hace necesario un padre presente, comprometido en la crianza de sus hijos, modelo que inculque valores como la tolerancia, el respeto; un padre amoroso y humano, que posibilite entender el sentido profundamente plural de la cultura pero a la vez la igualdad del yo y el tú, que ayude a transitar el camino que llevará al joven a ingresar con responsabilidad en el mundo adulto, sin violencia y con un profundo respeto del otro.

Un padre que ejerza la autoridad, entendida esta, de acuerdo a su raíz latina augure que es la capacidad de ‘aumentar’ y ‘promover’, en este caso, los valores en sus hijos que los lleven a ser ciudadanos de bien. Un padre que en el ejercicio de la misma sea coherente en sus orientaciones, acciones y valores.

Aristóteles indicaba que la autoridad se derivaba de la razón moral que acompaña a la condición humana y del significado que encarnaba la concepción de la virtud, en la cual se asumía el conocimiento de la función, como la esencia en la orientación de las acciones. Los padres deben orientar las acciones de los hijos para que estos, al entrar en la vida adulta, sean ciudadanos de bien, respetuosos de los demás y útiles a la sociedad.

El Quindiano le recomienda

Anuncio intermedio contenido