María Nelly Vanegas Agudelo

La música es considerada un arte, debido a la combinación armónica de sonidos y silencios, en el que intervienen complicados procesos que transmiten efectos estéticos, a través de un complejo sistema de melodías y ritmos que producen un sinnúmero de posibilidades diferentes.

Se asocia con zonas de la red neuronal, que se activan estimulando el pensamiento y un amplio rango de actividades sociales y mentales propias del género humano.

Las melodías promueven estados emocionales al facilitar cambios en la distribución de sustancias químicas, con lo cual pueden provocar estados de ánimo positivos y aumento de la excitación, lo que a su vez puede ayudar a la rehabilitación de personas con dificultades emocionales, sirviendo así de apoyo terapéutico.

Escuchar música demanda el trabajo de muchos sistemas cerebrales, pues ella produce picos de emociones que aumentan la cantidad del neurotransmisor que ayuda a controlar los centros de recompensa y placer del cerebro. También, ayuda a procesar emociones como miedo, tristeza, y dolor.

Según los entendidos, la música contribuye al desarrollo cerebral puesto que genera placer a través de la liberación de dopamina, por lo que relaja y exacerba emociones. En la adolescencia, específicamente, cumple un rol muy importante que tiene que ver con el desarrollo humano en la construcción de la identidad.

En la actualidad, existen géneros musicales muy creativos en la medida en que utilizan una serie de instrumentos como, sintetizadores, cajas rítmicas sub-graves o altavoces hi-hats, que son dos platillos de mismo tamaño de subdivisión binaria que utilizan 4 corcheas, o ternaria, en donde cada pulso del compás se puede dividir a su vez en tres partes.

Los raperos utilizan en ocasiones el auto-tune, que es un procesador de audio que permite al usuario realizar cambios a la voz, en sus versos, llegando a ser en algunos casos excesivo, pero ingenioso por cierto.

El hip hop es el ritmo de moda subgénero del Trap Latino, que se originó en las calles de Puerto Rico al final del 2000. Su nombre significa algo así como moverse en medios ilícitos o dicho en buen romance, lo que tiene que ver con el bajo mundo. Su música es pegajosa porque tiene un cierto aire rítmico de reggaetón, ritmo movido y contagioso, lo que hace que haya tenido tanto éxito entre los jóvenes.

Las melodías pueden ser espaciadas, lentas o frenéticas, o mezcla alternada de ritmos lentos y otros muy rápidos, que le dan cierta particularidad atractiva acompañada por el uso de otros instrumentos.

Se requiere de toda una clase musical para poder entender esto, sin embargo los jóvenes lo manejan con gran propiedad y hasta ahí de admirar.

Pero hay que tener en cuenta que además de los cambios que produce la música per se en el cerebro y por ende en las emociones, los líderes musicales ejercen influencia sobre los jóvenes en cuanto a mostrar un sistema de creencias, valores y estilo de vida que el adolescente podría ir siguiendo.

Lo que llama la atención y desconcierta bastante, son las letras de las canciones, las cuales son de una ordinariez y vulgaridad subida de tono, reproducirlas es ofensivo por lo grotesco de algunas de ellas. Las hay que cosifican la mujer convirtiéndola en objeto de deseo que reflejan las más bajas pasiones, otras con temas sexuales expresados en la forma más burda, otras incitan y promueven el consumo de drogas o la infidelidad, distorsionando aún más los valores que quedaron de por si alterados con la cultura del narcotráfico.

No puede olvidarse, que la música es una fuente de culturización dentro de una sociedad; es difícil cambiar esquemas y creencias en la búsqueda del respeto y la igualdad, cuando se emiten mensajes machistas desde la infancia a través de las canciones que nos van acompañando a lo largo de la vida y que se hacen más importantes y significativas en la infancia y adolescencia.

En los últimos meses viene sonando una canción cantada por un tal Kevin Roldan, caleño él y que al parecer con sus canciones gana toda una fortuna, lo cual nos muestra como la pornografía vende, pero también deja ver la decadencia de una sociedad que perdió el rumbo hace mucho tiempo.

canción en mención que además se llama Cali, ofensiva para una ciudad que atraviesa uno de sus más duros momentos, es toda una invitación al sexo desenfrenado, más parece propia para que suene en un burdel a ser pasada por la televisión donde los niños son atropellados con un desborde de términos vulgares respecto al ejercicio sexual que confunden.

Que no decir, para los adolescentes que se inician en el ejercicio de la sexualidad en un proceso de aprendizaje de la misma, entendiendo que ella está compuesta de tres aspectos como son: la sensualidad, genitalidad y la sexualidad que circunscribe las diferentes relaciones del ser humano con familia, amistades, relaciones amorosas y noviazgo; además, las herramientas personales para que se den satisfactoriamente dichas relaciones que incluyen, comunicación, negociación y toma de decisiones y el comportamiento sexual que engloba las anteriores y que nos diferencia del animal.

Asombra que en aras del mal entendido principio del libre desarrollo de la personalidad, se exponga a los niños y jóvenes a ideas tan equivocadas y prosaicas sobre el ejercicio de la sexualidad convirtiéndolo todo en una genitalidad desbordada, caótica y vulgar.

Hay que entender que libertad es, según definición del diccionario, la facultad y derecho de las personas para elegir de manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad.

Léase bien, responsable, que quiere decir a su vez, dar cumplimiento a las obligaciones y ser cuidadoso al tomar decisiones o al realizar algo. Así que es hora de que se deje de citar el libre desarrollo de la personalidad como el derecho a hacer lo que se nos viene en gana, sin tener en cuenta a los demás, en especial a los niños y jóvenes y la responsabilidad que todos tenemos en su formación. No hay que olvidar que los derechos conllevan deberes!