Por Sebastián Ramírez
Esta semana Deportes Tolima ganó la Superliga de Colombia, campeonato exprés que enfrenta a los ganadores de los torneos apertura y finalización de un periodo.
Como es habitual la crónica se enfocará en la figura del ganador, dejando al no ganador -perdedor- en el terreno de lo anecdótico. Es irónico que hasta en un duelo de campeones el que no gana es inmediatamente degradado. Es verdad que el juego -y como consecuencia los resultados- del Deportivo Cali han sido muy malos. Las salidas de Preciado y, sobre todo de Colorado, parecen que han afectado al equipo a nivel estructural de una forma más grave de lo que se esperaba. Aun así, se trata del último campeón de nuestra liga, torneo que ganó con autoridad y mostrando un juego eficiente basado en el funcionamiento de su grupo.
La luz del reflector que se enfoca en el ganador deja lo demás en penumbra. Es difícil acordarse de los partidos por tercer y cuarto puesto de los últimos cinco mundiales, pero lo campeones salen de memoria: Francia, Alemania, España, Italia y Brasil. La idea de que los no campeones deben ser considerados puede sustentarse desde este mismo ejemplo: si bien Alemania ha ganado “solo uno” de los mundiales de los últimos veinte años, ha estado en semifinales en cuatro de los últimos cinco mundiales, o en siete de los últimos diez si ampliamos el espectro a cuarenta años.
En los juegos Olímpicos se reconocen a los tres mejores por competición y después a un par más a través del conocido “Diploma Olímpico”. En la premiación ubican a los atletas en unas tarimas en las que el mejor queda arriba, el segundo a su derecha y el tercero a su izquierda. La imagen forma un triángulo y, podría ser continuada hasta formar una pirámide en dos dimensiones incluyendo a todos los participantes, inclusive a las los que tuvieron parte en las eliminatorias y no llegaron a disputar la olimpiada. Esta imagen daría un panorama más completo y aclararía un mensaje: el campeón se apoya sobre el resto de los participantes, sin ellos no tendría una base sobre la cual erigirse con firmeza.
En las estadísticas quedará el Tolima como Supercampeón de los torneos 2021, en algunas más refinadas se hará alguna mención al Deportivo Cali como subcampeón, lo que parece no importar. Recordemos el episodio de las medallas de plata en la Copa Libertadores de 2004 en que Boca Juniors tras ser derrotado por Once Caldas no se presentó a la premiación.
La figura del campeón es encandiladora, pero si se logra reenfocar y ver una imagen más global podrán sacarse conclusiones más certeras.
Twitter: @sebasramirez85