Grandes titulares han aparecido durante muchos años en todos los medios de comunicación de Colombia, muchos tintos, bebidas alcohólicas y comidas se han desperdiciado en reuniones políticas, académicas y de sabios, que agitan interminables discusiones sobre la necesidad de una reforma política. Cuantos intentos en el congreso de la República se han visto frustrados a través de distintas formas ingeniosas para hundir reformas políticas, algunas de ellas importantes, otras no tanto, pero que de alguna manera empezábamos a tener el rumbo que requiere nuestra nación, vicios como por ejemplo disolución del quórum, arreglos tóxicos entre partidos, dineros públicos y privados que circulaban por los pasillos del congreso buscando adhesiones de todo tipo para hundir iniciativas que corrigieran el ejercicio democrático. En fin, algunos sectores de nuestra dirigencia se la han ingeniado en mil formas, para evitar que la política colombiana a nivel nacional, regional y local cambien para bien y esta hermosa pero a veces maltratada República, sanee de una vez por todas el ejercicio de uno de los pilares en el que se soporta la democracia.
Colombia es uno de los países más corruptos del mundo !!!!!!, que Concejales, Diputados, Alcaldes, Gobernadores y Congresistas entre otros, fueron financiados por organizaciones al margen de la ley, que dineros de la contratación pública terminaron en los bolsillos de muchos de ellos, que a lo largo y ancho del país existen “Elefantes blancos” perdidos en la maleza y el olvido, porque inescrupulosos se robaron los dineros necesarios para terminarlos, que un gran número de niños mueren o presentan desnutrición, porque cientos y miles de millones van a parar a las arcas de unos cuantos desalmados, que existen carteles a todo nivel organizados para defraudar el estado; titulares como estos, que desgarran el alma a la inmensa mayoría del pueblo colombiano y que internacionalmente nos muestran como un estado fallido no terminarán, porque no hemos podido extirpar ese cáncer que carcome los cimientos de nuestra democracia . Si no hacemos una profunda reforma política que estremezca de verdad las bases de esta sociedad, que día a día pierde la esperanza de un verdadero cambio, difícilmente desaparecerán esos siniestros titulares y muy rápidamente podremos estar, Dios no quiera muy cerca de mandatos como los de Chávez, Maduro, Ortega u otros perores y sería demasiado tarde. Esta reforma política, por supuesto debe tener la voluntad y liderazgo del ejecutivo, de todos los sectores políticos, gremiales, empresariales y por supuesto de una gran presión nacional para que esto se haga ya. No voy a proponer desde esta tribuna de opinión por ahora, que debe contener esa reforma, porque el país político, nacional y privado lo conocen suficientemente, solo falta el valor y el coraje de entregarle a las futuras generaciones un país distinto , alejados de consideraciones personales o ideológicas, debemos pasar de la retórica a la acción, no aplacemos más lo que debíamos haber hecho hace mucho tiempo y por diversas razones siempre encontramos la forma de hacerle trampa a nuestras responsabilidades. En muchos rincones de Colombia están esperando respuestas y mientras no cambiemos esta forma de elegir la estructura política, nada distinto va a pasar, o peor a un empeorará sustancialmente y los generadores de caos estarán atrincherados, esperando que nuestra mediocridad no nos permita cambiar, para ellos actuar. Hago parte de los que creen que todavía es posible. “HAGÁMOSLO YA”