Por Fabio Olmedo Palacio
Indiscutiblemente, el año 2021 tiene grandes desafíos, revisaremos a fondo, si aprendimos las lecciones que nos dio a todo nivel, o estamos condenados a repetirlas. La Pandemia del Covid-19, nos marcó a todos en el planeta y Colombia no fue la excepción. Los mandatarios de distintos países y en nuestro caso también los regionales y locales, saldrán aplaudidos por la forma como manejaron la crisis, en cambio otros, deberán rendirle cuentas a la sociedad, por la mediocridad de su actuar, unos aprovecharon para el fortalecimiento de su capacidad hospitalaria, el acercamiento a la comunidad, mejorar la comunicación con sus bases sociales y salir airosos por su capacidad de resiliencia, en cambio otros, brillaron por su ineficiencia o como dicen en mi pueblo: ”mostraron el cobre” y le metieron la mano al presupuesto de la emergencia. A todos estos, que les caiga el peso de la ley, porque esta conducta no tiene ni perdón de Dios.
1.680.000 casos de contagio, de los cuales se recuperaron 1.554.000, lamentablemente 43.965 compatriotas han muerto por causa de este virus. Esto nos plantea, el segundo gran reto para el manejo de la postpandemia y es el de la vacunación para llegar a la llamada: “inmunización del rebaño”, que consiste en que la vacuna llegue a por lo menos al 70% de la población, es decir, acerca de 35 millones de nuestros Nacionales . El proceso logístico debe ser impecable, el transporte, distribución, vacunación, pero ante todo la transparencia, debe marcar una rápida y efectiva inmunización. Al gobierno lo pondrán a prueba y no debe dejarse arrinconar de nadie, porque no faltará quien o quienes traten de saltarse la fila establecida o por cálculos politiqueros, esperar que todo salga mal, así sea a costa de miles de vidas, para poder salir a cobrarlas, en las próximas elecciones de Congreso y Presidencia de la Republica. No debemos olvidar que cada día que se demore en llegar la vacuna, son 250 muertes adicionalmente.
Todo esto debe de servir de base, para que gobierno, empresarios y comunidad en general, nos preparemos para dar un salto al futuro. Debemos afinar nuestro ingenio, salirnos del marco tradicional, romper paradigmas y que nos recuerden como el país que después de la pandemia, no solo fue el que más rápido salió de ella, sino que pasemos a los libros de historia, como un caso exitoso de estudio llamado el milagro Colombiano. Ese debe ser el desafío para el 2021.
Aunque la Comisión económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) prevé una caída del 45% de la inversión extranjera, en igual forma, le auguran a los países que se organicen mejor, que tendrán un presupuesto histórico para atender sus bases sociales y la recuperación económica. Este mismo organismo, recomienda invertir en turismo sostenible, cambio técnico en energías renovables, movilidad sostenible e industrias digitales. En igual forma, pide a los gobiernos subregionales, protocolos para reestablecer el ciento por ciento de los viajes y un intercambio de información sanitaria. Aunque las cifras de desempleo han caído sustancialmente, estas deben llegar por lo menos a las que se tenían antes de haber comenzado la pandemia, ese debe de ser el norte para atacar de frente uno de los grandes problemas que se desnudaron en medio de esta crisis que es el empleo informal. Se debe romper la rigidez laboral sin afectar el empleo formal, mejorar los seguros de desempleo, simplificar los tramites y costos de creación de micro y medianas empresas, debe plantarse una moratoria a los concursos de acreedores y eliminar temporalmente la obligación de capitalizar las empresas. En igual forma, deben buscarse estrategias para promover el consumo interno y repensar el comercio con más de 1000 millones de consumidores que esperan nuestros productos en el continente americano. Aquí le cabe una gran responsabilidad al sector financiero tradicional Colombiano, para que devuelva con creces y generosidad lo que en otros tiempos hemos hecho por ellos y que hasta ahora, lo que han mostrado es muy poco, por no decir nada, por el contrario lo que han construido es otro negocio en medio de la crisis.