Fe y extraterrestreS

3 noviembre 2019 11:59 am

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El astrofísico Michael Mayor, se convirtió en uno de los tres ganadores del Premio Nobel de Física 2019 por sus contribuciones a la astronomía. Especialmente, el reconocimiento tuvo que ver con que Mayor, junto a Didier Queloz, colega y también ganador del prestigioso premio, descubrieron en 1995 el primer planeta fuera de nuestro sistema solar, es decir, el primer exoplaneta.

Ese primer exoplaneta hallado, orbitando alrededor de una estrella de tipo solar, fue el comienzo de una revolución enla astronomía y desde entonces se encontraron más de cuatro mil exoplanetas. 

En una entrevista, cuando fue consultado sobre cuál sería el sitio de Dios en el universo, Mayor respondió: "La visión religiosa dice que Dios decidió que solo hubiese vida aquí, en la Tierra, y la creó. Los hechos científicos dicen que la vida es un proceso natural. Yo creo que la única respuesta es investigar y encontrar la respuesta, pero para mí no hay sitio para Dios en el universo".

Al referirse al lugar que ocupa la tierra en el universo, y las posibilidades de que exista vida extraterrestre, el ganador del Nobel 2019, afirmó: "Las estadísticas dicen que hay miles de millones de planetas en nuestra galaxia, la Vía Láctea. Muchísimos son como la Tierra. Parte de ellos está a la distancia precisa de su estrella para que haya una temperatura adecuada y se dé la química compleja necesaria para que aparezca la vida. Basados en esto, las probabilidades de que haya vida en el universo son descomunales”.

¿Afecta a la fe cristiana que haya extraterrestres?

La astronomía y astrofísica no pueden por sí mismas demostrar ni la existencia ni la inexistencia de Dios. Su método empírico se lo impide. Pero una cosa es la astronomía, y otra el astrónomo. Éste puede reflexionar a partir de su ciencia, lo cual, lo hace salir de la misma y entrar en terreno filosófico y, como ser humano, tiene sus creencias y sus ideas. Tiene su propia cosmovisión, en la que las distintas teorías astronómicas encajan mejor o peor. Por eso hay teorías que inclinan a pensar en un Dios creador y otras en un universo autosuficiente que no necesita de ningún ser trascendente. Aquí hay un trasfondo que condiciona la información que se da sobre estas materias.  

Por ejemplo, Tomás de Aquino que era teólogo, pero también metafísico sostiene que el orden del universo manifiesta una racionalidad que remite a su creador, pero éste es causa última que actúa mejor con su poder dejando obrar a lo que llamaba “causas segundas”, que son las que estudia la ciencia. La ciencia ayuda a descubrir a Dios precisamente porque estudia la racionalidad del universo, pero Dios no sustituye a la ciencia, ni completa sus posibles lagunas. No es la ciencia natural la que demuestra la existencia de Dios: su método la limita a no poder salir de lo material. Es la reflexión filosófica a partir de la ciencia y de la observación del mundo lo que permite descubrir a Dios con la razón. 

El pensamiento cristiano distingue los ámbitos del pensamiento, y defiende la autonomía de cada ciencia, que con su propia metodología saca sus propias conclusiones. Tiene también una lectura de la Biblia que no enseña ciencias positivas, como quisiera afirmar el Nobel Mayor. Las enseñanzas de la Biblia son verdades referentes a Dios y a su plan salvador del hombre. Afirma, eso sí, la creación y ve la interpretación moderna del primer capítulo del Génesis como una pieza didáctica que enseña la universalidad de la creación. Querer sacar otras conclusiones, y en particular desde las ciencias naturales,es salirse del contexto.

La ciencia y aquí la astronomía, no pueden salir de su propio ámbito, pues Dios no es una realidad empírica ni matematizable que se pueda analizar en un laboratorio ni es alcanzable por ningún instrumento.

Por lo tanto, le doy la razón a Michael Mayor cuando afirma que Dios no tiene un sitio en el universo, aunque actúe en él. Ni lo podría tener, ni se le podría encontrarhasta con los medios muy sofisticados de que goza en su búsqueda el flamante Nobel de la astronomía. Porque Dioses espíritu.

Queda por ver lo que tenga que decir la teología. De entrada, sin embargo, hay que hacer una aclaración importante. Ninguna de las verdades de la fe católica se refiere a la existencia o la no existencia de extraterrestres.Si se llegara a ese encuentro, bienvenidos los alienígenasdiría, porque la Iglesia Católica es católica, es decir, universal.

Hay un concurso de belleza llamado miss universo, aunque en él participen únicamente mujeres del planetatierra. Podría llegar el día de un nuestro posible encuentrocon extraterrestres provenientes de uno de los milesexoplanetas existentes, en ese caso el título, miss universo,sencillamente se ensancharía a un reinado más amplio que cubriría más espacio cósmico para que no pierda sus características de “universal”.

Hay una fiesta que concluye el año litúrgico de la Iglesia denominada Jesucristo Rey del Universo. La teología católica con su visión de un reinado universal de Cristo,por lo tanto, ya se ha pronunciado y hace tiempo, sobre un eventual encuentro con otros planetas habitados y ubicados en la inmensidad del universo exoplanetario.

En cuanto a lo que se suele denominar teología de la creación, no se encuentran especiales dificultades. En Dios cabe todo lo bueno, El hecho que pudiera haber otros que disfrutaran por igual del don divino no quitaríaabsolutamente nada, tampoco el amor de Dios, que por ser divino es infinito. Por eso, si alguna vez apareciera un alienígena, ello no supondría quiebra alguna a la fe cristiana.

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