Émerson Castaño
Para la fecha del 30 de abril del 2021, el hoy preso ex gerente de Proyecta, había firmado un contrato de consultoría (No 002) para la “Interventoría técnica, Administrativa, Financiera, Contable, Ambiental para el desarrollo de Estudios y Diseños Técnicos detallados para la Construcción del nuevo ESE Hospital Sagrado Corazón de Jesús en el municipio de Quimbaya, Quindío”.
El Arriba contrato se pactó por un valor de $870.653.452. La empresa seleccionada a dedo se denominó Consorcio MS Quindío, con domicilio en Ibagué (Tolima) –Ver contrato 1–
Para complementar los estudios y diseños para la nueva sede hospitalaria pública del municipio de Quimbaya, se requirió contratar a otra empresa. Entonces a dedo se seleccionó al Consorcio Consultoría Quimbaya, con domicilio en Ibagué (Tolima). Luego, el 12 de julio de 2021, firmaron un contrato con aludido consorcio por la suma de $646.991.100,00, con el objeto de complementar lo que con el primer contrato se había iniciado. –Ver contrato 2–
Ambos contratos arrojaron resultados (en cuanto a estudios y diseños) de lo que sería el imaginado centro de salud para el municipio de Quimbaya.
Vienen imaginando un centro hospitalario para el municipio de Quimbaya desde hace diez años. Tres han mentido. Ni la administración de Sandra Paola Hurtado ni la del ex cura Carlos Eduardo Osorio Buriticá pudieron cumplirle a la comunidad de Quimbaya. El tercero, “el gobernador del Billón” y delegado de la Federación Nacional de Departamentos, opositor al presidente Petro, Roberto Jairo Jaramillo, utilizó en campaña política la necesidad de un centro de salud para ganar adeptos, y finalmente terminará su pobre gobierno incumpliendo la promesa.
Y es toda la gobernación actual que presenta inoperancia, por ejemplo, el ex secretario de Aguas e Infraestructura, el perfumado Juan Miguel Galvis Bedoya, le incumplió al colegio Simón Bolívar con respecto a unas adecuaciones urgentes que requiere el centro educativo. Alegan que, por falta de la interventoría, no se puede iniciar con los mejoramientos de infraestructura pactados. El señor Galvis Bedoya volvió al municipio de Quimbaya buscando apoyo político porque dice ser el “plan B” de Roberto. Descabezaron políticamente a María Teresa Ramírez para darle espacio a otro fiasco de candidato impuesto por el piso 19 y ganar con él las elecciones de octubre.
Si a Galvis Bedoya le quedó grande mejorar la infraestructura de un colegio, con él en el poder, al departamento le irá muy mal. Y muy mal ha quedado Roberto ante el gobierno nacional por intentar un golpe de Estado blando: ¿con qué cara el golpista le solicitará a la ministra de salud apoyo para la construcción de la nueva sede del centro de salud del municipio de Quimbaya, presupuestado por un valor de $20.025.707,145? –Ver presupuesto consolidado –
La administración de Roberto es un inconveniente para el desarrollo del Quindío. Su improvisación lo llevó al fracaso político. Los quindianos no podemos volver a caer en las garras sátrapas de la casa Jaramillo.