sábado 17 May 2025
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“El Estado mixto o pacto entre erizos”

14 abril 2023 8:48 pm
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La izquierda en el poder, en el caso colombiano, difícilmente podrá concretar su proyecto político. En los últimos días se ha hecho más evidente el deterioro de las relaciones entre congreso y gobierno Petro. La derecha viene contraatacando para evitar que las reformas propuestas por el mandato actual se materialicen. Porque, de lo contrario, se estaría abriendo el camino “al socialismo”.  La derecha teme que los “enemigos de la libertad” avancen destruyendo el legado neoliberal.

Quienes se oponen a la reforma de la salud, en el fondo lo hacen en defensa del modelo de libre mercado que viene operando a través de las entidades promotoras de salud-EPS.

Hoy día parece más fácil defender a los privados que fortalecer lo público. Arguyen, además, que hay que “construir sobre lo construido”, es decir, que el Estado debe de implementar sus políticas públicas obedeciendo y respetando los intereses privados. Ahora bien, el gobierno tendrá que convivir con políticas neoliberales ancladas por el gobierno que les dijo a los colombianos “bienvenidos al futuro”. Cuenta el diario EL TIEMPO, el 8 de agosto 1990, día de posesión del recién elegido presidente Cesar Gaviria, que “a las 11 de la mañana, Gaviria recibió al vicepresidente de los Estados Unidos, Dan Quayle, con quien analizó las relaciones bilaterales y los alcances de la propuesta económica del presidente Bush para América latina…”– https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-70158

Simplemente se trataba que, desde Washington, se había enviado un mensaje a través de su vicepresidente en el sentido de implementar urgentemente reformas al Estado colombiano para darle cabido a la más salvaje política privatizadora.

“Bienvenidos al futuro” consistía en transformar a Colombia en un “Estado mínimo”. Un Estado exclusivamente con funciones de garantizar seguridad. El resto de servicios públicos serían prestados por privados, en razón a la incompetencia del Estado para hacerlo, e incluso, añaden: “…que el trabajo del gobierno no consiste en gobernar, sino en subcontratar a los mejores y a los más eficaces del sector privado…”, mensaje enviado a toda América Latina. ­­–Véase: Naomi Klein, La Doctrina del Shock–. 

El servicio de salud entonces fallaría si es administrado directamente por el Estado. Luego, consideran los libertarios que se tiene la suficiente convicción que aludido servicio gozaría de mayor seguridad, estabilidad y eficiencia en manos de privados como agentes legales prestadoras de salud. Además, los neoliberales piensan que se violaría la libertad individual si no se les permite a los individuos escoger su protector en salud. Libertad significaría para ellos que los usuarios puedan seleccionar el mejor sistema de salud. Y, si el Estado lo impone, es volver a un estado salvaje, advertía la Escuela Chicago boys.

Un aliado de la Escuela Austríaca de economía, el filósofo de la ciencia, Karl Popper, creía que la sociedad abierta era un mundo feliz donde los individuos tenían la libertad de pactar negocios sin la interferencia del Estado. Considera Popper que las “modernas sociedades abiertas funcionan, en gran medida, mediante relaciones abstractas, tales como el intercambio o la cooperación…”. Y con ello, la soñada sociedad abierta, se consolidaría como el esquema preferido para los intereses privados en continua evolución. Para ellos entonces le puede ir mejor al sistema de salud en apuntada sociedad abierta (libertaria-sector privado), y sería una amenaza para la libertad si el sector público ejerce control total en las decisiones de sus gobernados.

Los promotores de la “sociedad abierta” o “sociedad libre”, se han tomado el atrevimiento de colocarle límites al poder coercitivo en aras de proteger al sector que representan. Hoy día el partido liberal cumple la función de salvaguarda las libertades de las multinacionales y el gremio empresarial y ha dejado de lado la justicia social. Todo ello es producto del influjo de pensadores libertarios (como Friedrich Hayek) que desarrollaron una filosofía política que cimentó una concepción de Estado obediente del libre intercambio, además, el pensamiento neoliberal acoge la siguiente idea: “el hecho de que el gobierno sea el titular exclusivo del empleo de la coerción lo convierte, a menudo, en la única institución capaz de prestar ciertos servicios cuya financiación exige la obtención de fondos por la vía tributaria. Ello no quiere decir, sin embargo, que deba reservársele al Estado el derecho exclusivo de prestar dichos servicios cuando exista alguna otra posible alternativa…”–véase: Hayek, Derecho, Legislación y Libertad. Volumen III–.

Finalmente, el Estado mixto (convivencia entre el sector público y privado) o pacto entre erizos, lo presentan como la salida al conflicto nacido por el intento del gobierno actual de reformar el sistema de prestación de salud en Colombia. Y no es un consenso de nación, sino un arreglo entre bloques de poder político que ejercen presión para proteger los intereses del sector privado. 

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