Émerson Castaño
(16 meses del módulo G2 del Hospital del Sur sin terminar. El resto de la obra está peor)
En el acta de inicio de obra dice: “El 23 de diciembre de 2021, se reunieron en las instalaciones de RED SALUD DE ARMENIA E.S.E. los señores Álvaro Andrés Riveira González en calidad de representante del consorcio DOHA, interventoría del contrato y Jorge Carlos Peña Matos, representante legal de la unión TEMPORAL SALUD POR ARMENIA, Contratista Andrés Mauricio Chacón, SECRETARIO DE INFRAESTRUCTURA de la ciudad de Armenia y José Antonio Correa GERENTE RED SALUD ARMENIA ESE; con el fin de suscribir acta de inicio del contrato de Obra 001/2021. Teniendo en cuenta que el contratista cumple con todos los requisitos correspondientes”.
La noticia era que el clan Gnecco había llegado al Quindío para quedarse. En citada fecha arriba, tanto el gerente del hospital del sur como la alcaldía de Armenia, le había entregado un jugoso contrato al que sería uno de sus principales socios para la remodelación del hospital del sur de Armenia.
La secretaria de infraestructura de la ciudad capital del Quindío, comenzó evidenciar y alertar que lo pactado en el contrato iba por mal camino. El socio salió chimbo. De hecho, en una carta enviada (el 26 de julio de 2022) al interventor de la obra, al costeño Álvaro Andrés Riveira González, le dicen: “En el oficio, se indica que los documentos cuentan con la aprobación y el aval de la interventoría, sin embargo, en el cuadro de control del plan de inversión de anticipo, no cuenta con ninguna firma, ni del contratista de obra ni de la interventoría, por lo que en cuanto a esta entidad respecta, dicho documento no se encuentra aprobado ni avalado por nadie…”–Ver carta completa–.
En aludido año las cosas empeoraron. “La ampliación, remodelación, y actualización física de unidad intermedia del sur “hospital del sur” de la ESE Red salud de Armenia-fasel-1”, no tenía avances. La obra se tuvo que suspender porque el socio de la alcaldía de Armenia estaba incumpliendo: se evidencio que no tenían personal profesional, no pagaban trabajadores, incumplieron con suministro de material para la obra, entre otras cosas. Nadie de la alcaldía ni el gerente del hospital se atrevían alzarle la voz al dueño del contrato, es decir, no se puede dizque tocar al señor Jorge Camilo Gnecco Espinosa, heredero del clan Gnecco. Los tentáculos del clan Gnecco comenzaron a generar desastres en el Quindío.
La remodelación del hospital del sur se pactó por un valor $8.501.060.478. –Ver contrato– Entonces el Gnecco no sólo es el dueño del contrato en mención, sino que también es el dueño de la interventoría. Aludido personaje (con un historial familiar oscuro), vino al Quindío hacer de las suyas. Nadie le cree. Pero funcionarios de la alcaldía de Armenia y el gerente del hospital se le arrodillan. Ahora, la suspensión de la obra (julio 24 del presente año) se debió a que omitió la actualización de las pólizas. La segunda suspensión de la obra se debió a lo mismo, el Gnecco nunca las actualizó–Ver abajo evidencia de la suspensión de la obra–.
Han trascurrido 16 meses y las autoridades de control tampoco hacen nada para evitar un daño mayor. Hasta la fecha la obra está en un 24% de ejecución. El pasado 16 de agosto, de manera urgente el gerente del hospital cita a una reunión para que el heredero del clan Gnecco dé explicaciones con respecto a los incumplimientos. Obviamente en esa reunión no se atrevieron a decirle algo grave por respecto al apellido. Al contrario, sin haber terminado el primer contrato, la segunda fase para mejorar las condiciones de infraestructura del hospital del sur (con una destinación de 13 mil millones de pesos), será adjudicado al mismo contratista.
Este columnista seguirá investigando el tema.