Por: José Gustavo Hernández Castaño
Magister en Ciencias Políticas
En la alcaldía de Armenia, TOTO, el que gobierna, está induciendo al alcalde nominal, José Manuel Ríos Morales, y a los funcionarios y contratistas, a cometer delitos electorales, en su desesperada imposición de la lista de Cambio Radical para la Cámara de Representantes, y lo mismo está haciendo el gobernador Roberto Jairo Jaramillo con su candidata Piedad Correal Rubiano.
En Armenia, TOTO, quien gobierna en la sombra, investido de esas facultades y del poder de intimidación o soborno obliga con la coima o la amenaza para que todos: alcalde, secretarios de despacho, Gerentes, funcionarios y contratistas estén en campaña a favor de la lista de Cambio Radical.
Impuso el siniestro personaje, la lista cerrada de Cambio Radical dizque para facilitar el voto de los electores constreñidos, pero se olvidaron que también pueden estar facilitando su derrota. Todo va a depender de la actitud del elector, frente al cubículo, para que con su VOTO ejerza el poder como ciudadano libre.
Los órganos de control (Fiscalía, Procuraduría) tienen la palabra. ¿Tendrán ojos y oídos para ver y escuchar las denuncias y el clamor ciudadano? O, por el contrario, ¿serán ellos los que cometan el delito haciendo caso omiso de sus funciones y de sus obligaciones? Los ciudadanos hastiados con lo que viene ocurriendo desde hace varias décadas están esperando que actúen.
Es bueno recordar que los delitos los cometen el alcalde, el funcionario público y el contratista que presiona y constriñe y también los simples ciudadanos que cohonestan con la presión y el constreñimiento.
¿De cuáles delitos se está hablando? Veamos algunos:
1. Obligar a las personas subordinadas a asistir a eventos proselitistas.
2. Coaccionar o amenazar al personal subordinado para que vote por determinado candidato o determinada lista de partido.
3. Condicionar con fines políticos-electorales los servicios, trámites o programas gubernamentales. 4. utilizar los recursos públicos con fines electorales.
5. Apoyar a algún candidato o partido político durante horario de labores.
6. Acarreo de votantes el día de jornada electoral para influir en el sentido del voto.
Los anteriores delitos contemplan entre 4 y 9 años de cárcel y multas entre 50 y 200 salarios mínimos legales vigentes.
Es verdad sabida y de conocimiento público que en la alcaldía de Armenia los están obligando y presionando para que consigan 10, 20, 30 votos, si quiere seguir contando con el contrato o el puesto. La alcaldía se comporta en la actualidad como un verdadero directorio político, y como una empresa de concierto para delinquir.
Las preguntas que se hacen los ciudadanos para estas elecciones de Congreso son:
1. ¿Se va a seguir permitiendo que un siniestro personaje se le imponga al elegido y siga gobernando en la sombra?
2. ¿Los órganos de control van a actuar en estas elecciones?
3. ¿Va a seguir prevaleciendo el miedo y el temor en la decisión del voto de los ciudadanos?
4. ¿Los funcionarios y contratistas se van a seguir dejando presionar y, víctimas del miedo, van a seguir cometiendo los delitos electorales antes señalados?
También, se hacen estas preguntas:
1. ¿Quién financia la campaña de la lista de Cambio Radical y de cada uno de sus integrantes?
2. En las cuentas que va a pagar o está pagando la alcaldía a proveedores y empresas de publicidad, incluye soterradamente, la de la propaganda de Cambio Radical, tales como: ¿vallas, pendones, volantes, pregoneros, transporte, cuñas en medios de comunicación?
3. ¿Están pagando los ciudadanos con sus impuestos la costosa campaña de Cambio Radical?
La lista de Cambio Radical infesta no tanto por sus componentes, sino, por las prácticas de un actuar delincuencial y de corruptela para conseguir votos.
El próximo 13 de marzo, con dignidad y decoro, ni un voto por la corruptela, ni un voto por la amenaza y el miedo, salgamos a ejercer el poder del voto como ciudadanos libres.