sábado 24 May 2025
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Desde el séptimo piso: Hoy es muy difícil ser desempleado en Armenia

9 abril 2023 9:41 pm
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Fáber Bedoya Cadena

Nuestros abuelos no fueron empleados, tenían su finca, o negocio o se desempeñaban como administradores o mayordomos, y los trabajadores eran labriegos del campo. Era una cultura agropecuaria, rural en alto porcentaje. Fue muy comentada la historia de un gran hacendado del Quindío que al morir dejó una gran hacienda, y 10 parcelas de 16 cuadras cada una. Cuando se abrió la sucesión el notario de la ciudad frente a los herederos, les notificó que de las 10 fincas, 8 estaban escrituradas a los administradores de toda la vida y dos estaban embargadas por el Banco Cafetero. No fue ninguna sorpresa para los hijos.

Nuestros padres, o fueron empleados de la administración pública, del comercio, o continuaron en el negocio cafetero. Cotizaban a los Seguros Sociales, entidad creada en 1946, durante la presidencia de Mariano Ospina Pérez. Este Instituto encargado de la salud y las pensiones en el país fue liquidado por la LEY 50 DE 1990, y se culminó el proceso con la ley 100 de 1993 en el gobierno de Cesar Gaviria Trujillo. Lo normal era el trabajo o el estudio, tanto en el campo como en la ciudad. En esas épocas no se medían los índices de desempleo.

Nosotros, los hijos, de la generación joven del 45, fuimos profesionales con vocación de empleados. Las profesiones eran pocas y las ofertas de trabajo muchas, por lo tanto, salíamos de la universidad y teníamos empleo garantizado. Había industria en el Quindío, el Comité de Cafeteros, el distrito de carreteras, haciendas cafeteras que ocuparon las recientes Ingenieros Agrónomos, la industria de la ganadería para los veterinarios, pocos médicos, abogados, ingenieros civiles, en una ciudad que progreso a velocidades vertiginosas. Los licenciados para trabajar en educación. En esas épocas los índices de desempleo eran muy bajos, de un solo dígito, como dicen los expertos.

Las universidades se encargaban de profesionalizar a los estudiantes, el Sena de ofrecer formación técnica y tecnológica. Existían muchas instituciones que ofrecían capacitación no formal en diferentes áreas como el comercio, la contabilidad, la administración. Hasta por correspondencia como Hemphil Scholl. Nuestra ciudad creció, aparecieron las industrias, otras se fueron, el comercio se incrementó, como consecuencia de la bonanza cafetera. Vino el terremoto, muchas empresas colapsaron, se duplicó la población. Apareció la informalidad como forma de ganarse la vida, como empleo o trabajo. En esas épocas los índices de desempleo aumentaron a dos dígitos, como dicen los expertos.

El primer renglón socioeconómico que sufrió los fuertes impactos del terremoto y sus secuelas consecuentes, fue el empleo. Pero la informalidad se tomó las calles de la ciudad. El centro de la ciudad es un mercado al aire libre, se vendía de todo. Vendedores ambulantes y compradores ambulantes, los carnetizaron, se asociaron, eligieron concejal. Y los índices de desocupados se dispararon, nuestra ciudad ocupo el nada honroso primer lugar en desempleo en el pais. Las filas de solicitantes de empleo incluían bachilleres, técnicos y profesionales.

Vinieron las elecciones para alcaldes, gobernadores, diputados y concejales, y los índices de desempleo bajaron considerablemente.

Apareció la pandemia. La ventaja, fue un fenómeno mundial, con receso total. En la postpandemia empezó la recuperación, aparecieron iniciativas, propuestas, ideas de negocios de toda clase y le respondimos al universo, porque los quindianos somos recursivos, resilientes, resistentes, persistentes y proactivos. Es el emprenderismo en vivo y en directo. Ya no ocupamos los primeros puestos en desempleo a nivel nacional.

Vinieron las elecciones presidenciales y los índices de desempleo bajaron considerablemente.

De cara al 2023, 14.670 empresas renovaron su registro mercantil. Se crearon 1.644 nuevas empresas. La microempresa representa el 96% de este total, lo cual significa que solo el 4% son grandes empresas., en números 586. Hay 2.386 empresarios turísticos. Los grandes empleadores de Armenia entre otros son, la empresa avícola, la importadora Jotapartes, comercio de motocicletas, de sus partes y accesorios, Promodescuentos, que sirve a los almacenes IBG, almacenes agropecuarios, distribuidores de productos farmacéuticos, empresas de servicios temporales, de la construcción, de vigilancia, la industria panificadora, la marroquinería, la maquila, manufacturera, empresas de transporte terrestre, de servicios giros y apuestas permanentes, call center, empresas de trabajo on line. Ropa formal, informal, deportiva. Y en el sector público, gobernación, alcaldía e institutos descentralizados.

Para el mes de enero del 2023 la tasa de desempleo nacional fue del 13.7%. Quibdó ocupó el primer lugar con 28.6%, Riohacha, con 17,9%, e Ibagué con 17.7%. En el otro extremo de la tabla están Santa Marta con el 9.3%, Medellín 9,4% y Manizales 9.7%. Armenia ocupo el 14 puesto, con 12.3 %.   Pero, nos enteramos que el factor para medir la tasa de desempleo es que la persona no reciba ninguna remuneración o paga por la actividad que realiza, es decir así venda arepas en una esquina o dulces, flores o chucherías en un semáforo, no es desempleado.

Entonces, si Armenia tiene 317.000 habitantes y el 12.3% son desempleados, esto equivale a que 39.000 personas no hacen absolutamente nada. Nada es nada. Y ya conocimos la cantidad de empresas que tenemos, los contratos ocasionales en los entes gubernamentales, en las mismas empresas. Las oportunidades de trabajo del Sena, las propuestas on line, los call center. Entonces, como decía una famosa tira cómica, ¡exijo una explicación!

Vienen las elecciones para alcaldes, gobernadores, diputados y concejales, y los índices de desempleo bajan considerablemente.

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