Cruzada por la vida

15 julio 2023 2:59 am

Compartir:

Jhon Fáber Quintero Olaya

La semana pasada el Presidente estuvo en el Amazonas con su homólogo brasileño y ambos demostraron que la defensa de ese importante mundo biodiverso es una de sus prioridades. El Planeta entero se encuentra preocupado por el calentamiento global y algunos ya hablan de una nueva era en la historia de la Tierra por cuenta de la catastrófica intervención del hombre en ella. No se trata de ser apocalípticos, pero si de entender que nuestra casa requiere de importantes cambios para coexistir y que las próximas generaciones tengan un lugar habitable.

La transición de combustibles fósiles a otro tipo de energías debe ser un proceso y no un programa que de facto afecte la estabilidad económica de la Nación, pero el debate si es bienvenido y permite que hoy nuestros líderes y académicos realicen importantes debates al respecto. Es hora de prepararnos para los cambios que ya se anuncian en otras latitudes y, por tanto, los diferentes sectores productivos se tienen que proyectar para nuevas y mejores formas de llevar a cabo sus actividades. El turismo sostenible se abre paso en ese nuevo paradigma y en él este bello Departamento encuentra grandes potencialidades.

Por ello resulta positivo que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible haya anunciado una disminución de la deforestación en Colombia del 29,1% en el 2022 en relación a las cifras registradas en el año 2021. Deforestar de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española consiste en: “despojar [un terreno] de plantas y árboles”[1], lo que normalmente sucede por la ganadería extensiva o diferentes comportamientos delictivos. El segundo semestre del 2022 fue el que impulsó este importante logro, por lo que, sin duda, se trata de una buena noticia para el Gobierno Nacional.

La Amazonía, como lo describió esta casa editorial, fue el área en la que más se redujo este fenómeno en un 26%, lo cual incluso se ha atribuido en gran medida a los procesos de negociación y/o rendición iniciados por el Ejecutivo. Departamentos como el Guaviare o Putumayo con un lamentable historial sangriento podrían generar indicios de razón en esta premisa. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer, puesto que el Choco aún es prueba fehaciente de la debilidad institucional.

De igual manera el trabajo en declaratoria de áreas protegidas por parte de la cartera de Ambiente también es digno de aplausos en un momento en el que la protección de las riquezas naturales y la biodiversidad. En esta labor también es determinante el apoyo de las Corporaciones Autónomas Regionales y de los Municipios, puesto que son los habitantes del territorio los que más saben de sus fortalezas. Santurbán y la Sierra Nevada demuestran que en esta materia el Ejecutivo si está ganando el año.

Ojalá este dialogo por el medio ambiente se hiciera extensivo a sectores como la salud, el trabajo o las pensiones y no se pensara en la implementación de las reformas por Decreto y con un alcance puramente regional. Las transformaciones en esta materia han sido para destacar en el mundo, aunque es preciso indicar que Colombia desde 1991 cuenta con una infraestructura ambiental y una sinergia interinstitucional que en su plena aplicación permitiría el sano equilibrio entre progreso y conservación de la naturaleza.

La disminución de la deforestación, sin duda, es un paso más en la dirección correcta por la preservación de la vida y por hacer de Colombia una potencia mundial en esta materia. Falta mucho camino como en cierre de brechas, pobreza, equidad o prestación de servicios públicos, pero en ese ámbito se siente el desarrollo. Esperemos el dialogo y la concertación en los demás escenarios para salir de la polarización y lograr una anhelada vida digna.     

 

[1] www.rae.es/dpd/deforestar

El Quindiano le recomienda