NUESTROS VERDUGOS

16 marzo 2021 10:44 pm

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Gilberto Zaraza Arcila

Los congresistas, diputados y concejales son elegidos para que nos representen, defiendan nuestros intereses y aprueben leyes y proyectos que mejoren nuestras condiciones de vida. Pero con excepción de una minoría, se convirtieron en nuestros enemigos y verdugos. Legislan en beneficio propio, a favor de los grupos económicos y los más ricos del país, y en contra de la mayoría de la población excluida y vulnerable, gravando cada vez más los menguados ingresos de la población asalariada, desmejorando sus condiciones laborales y pensionales, la calidad de la salud y la educación y eliminando subsidios para los estratos más bajos de la población. Lo que conlleva a que se incremente la desigualdad y la concentración de la riqueza.

Cuando la mayoría de colombianos viene solicitando se disminuyan las elevadas remuneraciones mensuales de los congresistas -38 salarios mínimos y desmedidos beneficios- ya que son los terceros mejor remunerados en el mundo, después de Estados Unidos e Italia; por el contrario cada año las incrementan exageradamente. Y para comprometer el apoyo de diputados, concejales y ediles en las próximas elecciones, les aprueban gabelas que no se compadecen con la crisis económica originada por la pandemia.

a los derechos de remuneración mensual que para el caso de los diputados del Quindío es de 18 smmv es decir $ 16.350.000 mensuales y $130.799.000 al año, y a los de protección social, como salud, pension, riesgos laborales y seguro de vida por solo 8 meses de sesiones; mediante la ley 1871 de 1917 les concedieron auxilio de cesantía e intereses sobre las cesantías, prima de navidad, vacaciones y prima de vacaciones, capacitación, gastos de viaje dentro y fuera del departamento, derechos de reemplazos por vacancia. En caso de secuestro el titular conservara todos los derechos de remuneración y prestacionales. Lo que configura doble pago por la misma función, durante el mismo tiempo.

A través de la ley 2075 de 2021, les incrementaron los honorarios a todos los concejales. Los de Armenia quedaron percibiendo $437.723 por cada sesión y con derecho a 150 sesiones ordinarias y 40 extraordinarias, lo equivale a un ingreso de $83.167.370 al año, por 6 meses de asistir a sesiones. Mas el derecho al pago de salud, pensión, riesgos laborales y seguro de vida.

Con la ley 2086 de 2021 acaba de aprobar el pago de honorarios a los miembros de las juntas administradoras locales, hasta por 2 unidades de valor tributario (UVT) por sesión, equivalentes a $ 72.616 que por 100 sesiones aprobadas dan un total de ingresos de $7.261.600 al año, por un poco mas de 3 meses de trabajo; además les garantizan el pago de la seguridad social en salud, pensión, riesgos laborales y seguro de vida.

Estas impopulares leyes demuestran que los legisladores le perdieron el respeto a los electores y abusan del poder en beneficio propio, para su enriquecimiento y para aceitar las maquinarias electorales que les garantice su reelección. Es posible que próximamente también aprueben para concejales y ediles los beneficios prestacionales que ya les concedieron a los diputados. Sin importarles que la mayoría de la población excluida y vulnerable reclame el derecho a educación, salud, empleo estable y bien remunerado, y que por las restricciones impuestas por la crisis sanitaria la gente haya perdido sus negocios o su empleo, se haya incrementado la pobreza y la miseria, obligando a millones de colombianos a aguantar hambre y a implorar la caridad pública. Esta injusta situación exigía la aprobación de una renta básica y no la entrega de billones de pesos a los más grandes empresarios y banqueros del país.

Como no tenemos la valentía de salir masiva y permanentemente a las calles a exigir la solución a los graves problemas sociales y económicos que afronta la mayoría de compatriotas; como lo hicieron los chilenos que lograron reducir en un 50% la remuneración y beneficios de congresistas, mejoras salariales , reforma al sistema de pensiones y aprobaron redactar una nueva constitución. Solo nos queda el poder del voto para hacer la revolución pacífica en las urnas. En las próximas elecciones debemos votar a conciencia, ni un voto más por la clase política corrupta, clientelista, egoísta e insensible. Debemos elegir nuevos congresistas, diputados y concejales independientes, progresistas, transparentes y con sensibilidad humana, que no aprueben reformas tributarias regresivas y que no entreguen cheques en blanco a los gobernantes como hicieron los indignos concejales de Armenia con la contribución de valorización y la actualización catastral.

“La política es el camino para que hombres sin principios, puedan dirigir a los hombres sin memoria” Voltaire.

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