COLOMBIA ES UN POLVORIN

11 mayo 2021 11:19 pm

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Gilberto Zaraza Arcila

Desde hace mucho tiempo se viene diciendo que el país es una bomba de tiempo a punto de estallar y con sobrada razón. Más de 200 años de violencia, corrupción, impunidad, desigualdad, exclusión, injusticia social y represión, para acallar las justas protestas de los colombianos, son argumentos suficientes para que salga a flote la rabia y el descontento popular, reprimido por tanto tiempo.

La causa de la indignación y la protesta masiva en las calles no fue la criminal reforma tributaria, es la pobreza, la miseria, el desempleo, la falta de educación y salud, la explotación laboral, el hambre que aguantan 28 millones de compatriotas que según las estadísticas acomodadas del DANE, representan quienes están en la pobreza monetaria por que ganan solo $331,600 mensuales, o en la pobreza extrema (miseria) porque solo reciben $145.000 mensuales.

Solo después de 13 días del paro nacional y bloqueo de vías, y un elevado número de muertos, heridos, desaparecidos, mutilados y detenidos, el insensible gobierno acepta ante la presión reunirse con un comité del paro. Concertación que debe ser pública y no a puerta cerrada, que se conozcan las peticiones y los compromisos, con garantes de veedores internacionales, para que el gobierno no vuelva a incumplir, como pasó con los acuerdos de paz, con los cafeteros, los estudiantes y con las protestas del 2019.

Porque un gobierno ilegitimo-gracias un fraude electoral-, que miente tan descaradamente al afirmar que la fuerza pública ha actuado al enfrentar las protestas con estricto apego a la constitución, la ley y la protección de los derechos humanos. Cuando las pruebas del terrorismo de Estado, excesivo uso de la fuerza y represión exagerada, son virales; es una ofensa a la inteligencia. Asegurar que respetan la democracia y que tienen conciencia social, es una burla a los ciudadanos. Un gobierno que es tan cínico e hipócrita, no merece respeto, ni credibilidad. La comunidad nacional e internacional saben que mienten, por eso condenan sus acciones y le exigen parar la masacre.

agradezcan a la iglesia católica y cultos religiosos que tienen muy bien adoctrinada a la población colombiana en la paciencia, la resignación y la espera de la recompensa en la “otra vida”; y a los medios de desinformación que los mantienen engañados y muertos de miedo al supuesto inexistente castrochavismo y a Petro. Solo mostrando la miseria en la Venezuela bloqueada, pero ocultando la miseria, la inequidad y la desigualdad que aquí padecemos. De lo contrario serian millones de personas que aguantan hambre y viven en la indigencia, las que estarían saqueando supermercados y almacenes, provocando una guerra civil entre opresores y oprimidos.

El uribismo aliado con la clase política tradicional y el narcoparamilitarismo están aferrados al poder y no lo quieren entregar porque les representa la acumulación de grandes riquezas mediante el saqueo vandálico de los recursos públicos y el patrimonio nacional, y les garantiza la impunidad a sus delitos de corrupción. Para eso concentraron todos los poderes, organismos de control y electorales y acabaron con el sistema de pesos y contrapesos. Porque temen ir a la cárcel, defienden el poder a sangre y fuego, gracias a unas fuerzas armadas indignas y arrodilladas que saben que están siendo utilizadas para masacrar el pueblo; pero que como con los falsos positivos, terminaran de delincuentes condenados pagando años de cárcel, mientras quienes les dieron la orden disfrutan de libertad e impunidad.

No se puede confiar en el dialogo con un gobierno hipócrita y mentiroso que no está dispuesto a negociar. Que le exige a las fuerzas armadas actuar con más contundencia y vigor para sembrar terror, y disolver la justa y pacífica protesta. Por eso, después de cada masacre a población desarmada, felicita la policía y los declara héroes de la patria. Que criminaliza la protesta social y justifica la solución autoritaria y militar actuando de consuno con la policía y el paramilitarismo, para silenciar a bala las voces de los indignados. Que promueve el caos para decretar la conmoción interior y cercenar el legítimo derecho a la libertad de expresión, de movilización y protesta.

Convirtieron la Justicia, Fiscalía -la Gestapo del régimen- y Procuraduría en organizaciones criminales serviles al régimen para garantizar la impunidad, son defensoras de los victimarios cuando debían estar investigando y judicializando a los policías y paramilitares asesinos y violadores de los derechos humanos. Por medio del terrorismo de Estado, aplican la pena de muerte, la desaparición forzada, tratos inhumanos, crueles y degradantes, prohibidos por la constitución. Han ejecutado extrajudicialmente a 6.402 personas inocentes. Realizan cientos de masacres con criterio social. Exterminaron a más de 5.000 integrantes de la Unión Patriótica. Asesinaron a varios candidatos presidenciales progresistas. Eliminan de manera sistemática a líderes sociales, indígenas, ambientalistas, estudiantes. Producen desplazamiento forzado y despojo de tierras, amenazan con expropiar vehículos. etc. Uribe es el Hitler colombiano, con el apoyo del narcoparamilitarismo, la religión y los medios de comunicación. A su lado Pinochet, Videla y Somoza, fueron simples benefactores.

que usar la inteligencia. No se puede sacrificar la vida de más jóvenes valientes y desarmados que le ponen su cuerpo a las balas asesinas de la tiranía, de la dictadura neonazi que está dispuesta a prender el polvorín, incendiar el país y provocar una guerra civil. La desobediencia civil, la huelga general deben ser la nueva estrategia, como lo hicieron Gandhi y Luther King. Este baño de sangre lo debe ayudar a parar la presión de la comunidad internacional, suprimiendo toda la ayuda económica y militar, así como los empréstitos de organismos multilaterales.

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