Gilberto Zaraza Arcila
Alvaro Uribe Vélez empezó su carrera política en el partido liberal y gracias a este partido alcanzó sus primeras dignidades como Director de la Aeronáutica Civil, donde salió muy cuestionado por haber entregado permisos para pistas a los narcotraficantes. Después fue alcalde de Medellín donde solo duró 2 meses al haber sido destituido por vínculos con el narcotráfico. Luego fue gobernador de Antioquia donde impulsó y promovió las convivir que terminaron en grupos paramilitares que desplazaron y despojaron de sus tierras a 6 millones de campesinos. También es investigado por su posible participación en las matanzas de El Aro, La Granja y San Roque, perpetradas con participación del ejército. Y del abogado defensor de derechos humanos José María Valle, quien denunció las mismas.
En el 2002 abandonó su partido y fue elegido presidente por el movimiento Primero Colombia, gracias al constreñimiento electoral del paramilitarismo. Se hizo reelegir mediante un cohecho, compra de votos de congresistas a cambio de puestos. Pretendió su reelección indefinida pero gracias a la Corte Constitucional le fue truncada su aspiración dictatorial. Durante 8 años traicionó y persiguió a su partido liberal. Sacó a relucir su verdadero talante conservador reaccionario, de corte laureanista. Por esos sus movimientos son de extrema derecha, autoritarios y antidemocráticos.
Creó el Partido de la U para hacer elegir a Juan Manuel Santos. Como no hizo lo que su patrón quería, se convirtió en su más férreo e intenso opositor y enemigo. Y el Centro Democrático para elegir al títere Iván Duque, con fraude electoral pagado por el narcotráfico. Este gobierno ha sido desastroso y Duque quedará en la historia como el peor presidente. Su más grande ejecutoria será la de enterrar políticamente a su jefe y su partido. El Gobierno actual acabó con la democracia, el equilibrio de poderes y el sistema de contrapesos, concentró todos los poderes. Impuso el terrorismo de Estado para enfrentar la inexistente amenaza de un “enemigo interno”. Asesinando, mutilando, violando, torturando y desapareciendo a jóvenes, estudiantes, ambientalistas y defensores de derechos humanos.
Durante su gobierno puso en práctica la “seguridad democrática”, que dejó como saldo más de 6.402 personas inocentes asesinadas por el ejército y presentadas por guerrilleros muertos en combate. Como es mitómano dijo que arrinconó y derrotó a la guerrilla. Lo que es falso. En diciembre de 2009 a 8 meses de cumplir su segundo periodo de presidente, la guerrilla se tomó Florencia la capital del departamento del Caquetá, secuestró al gobernador, se lo llevó y lo fusiló. Lo que realmente hubo fue inseguridad y violación permanente de los derechos humanos.
Los casos de corrupción en su gobierno son numerosos, los más destacados Agro ingreso seguro, Reficar, Odebrecht, por estos y otros casos como las interceptaciones ilícitas de las comunicaciones, cerca de un centenar de sus más cercanos funcionarios terminaron, destituidos, inhabilitados, condenados o prófugos de la justicia. El único que no ha tenido el valor civil de enfrentar la justicia es el cobarde patrón que se declara perseguido, y huye como las ratas de las altas cortes para encontrar refugio en un fiscal de bolsillo.
Como congresista fue el ponente de la nefasta ley 100 de 1993, que convirtió la salud y las pensiones en un lucrativo negocio para los más grandes banqueros y en un pésimo servicio y un perjuicio a los colombianos. El resultado de 20 años de gobiernos uribistas es deplorable. Violencia e inseguridad. Con el mayor número de desplazados internos en el mundo. Millones de desempleados. La mitad de la población en la pobreza y la miseria y sin oportunidades de educación. Uno de los países con más desigualdad y concentración de la tierra y la riqueza. Utilidades billonarias anuales para banqueros y grandes empresarios; mientras los colombianos aguantan hambre y los que pueden emigran a buscar oportunidades en otros países. Campeones mundiales en corrupción e impunidad…etc.
A pesar que tiene todo el poder, presiente que lo perderá a partir del 7 de agosto y se le acabará la impunidad. Por eso sale a las calles de manera patética a repartir volantes, como cualquier habitante de la calle, a mendigar respaldo ciudadano. Pero lo único que encuentra es rechazo, insultos, agresiones verbales, desprecio. Pero como las cucarachas se quiere entrar a la fuerza.
Como es cínico e hipócrita sale a decir en Soacha que siente dolor por los falsos positivos (ejecuciones extrajudiciales), pero se lava las manos como Poncio Pilatos diciendo que fueron asesinados por razones del narcotráfico. Como es falso, para despertar lástima se hace el mártir, el perseguido, amenaza con tirarse al rio y ahogarse si no lo apoyan. Ahora se hace el desequilibrado mental hablándole a las estatuas y pidiéndoles su voto. Es un tramador, un culebrero enredador. La guerrilla no es su jefe de debate. Los ataques a la fuerza pública y las masacres provienen de la extrema derecha, para poder seguir ofreciendo “seguridad democrática” y mano dura.
Es el mejor ejemplo de los anti valores, para ganar las elecciones, miente, engaña, mete miedo, para que salgan a votar verracos. Descalifica con infundios y falacias a sus contradictores, promueve el fraude. Es mal perdedor. Como Maquiavélico, divide y polariza para reinar. Antepuso sus intereses personales a los superiores de la patria. Entregó la soberanía de la nación a Estados Unidos a cambio de su salida de la lista de extraditables con el número 82. Es corrupto, mitómano, tramposo, egoísta, insensible, ruin, lleno de odio. Se le está cumpliendo la sentencia. “El que siembra vientos, cosecha tempestades”.
Utiliza para su defensa todas las artimañas y leguleyadas, incluso la de dar poder a un aboganster que se dedica a comprar testigos. Y él le dice “proceda doctor Diego, que usted sabe hacer las cosas”. Busca la preclusión o dilata los procesos para conseguir la prescripción.
Es un “personaje” siniestro, tenebroso, vengativo, resentido, tahúr, rábula, sátrapa, genocida. Soberbio y prepotente en los gloriosos, pero aculillado, pusilánime y débil cuando es acusado o imputado. Se opone de manera frenética a la paz con impunidad a los subversivos, pero se la concedió generosamente a sus aliados los paramilitares. Ahora que siente la soga al cuello propone una amnistía general para garantizar su impunidad. Como se cree un emperador romano para salvar su pellejo es capaz de incendiar a Colombia. El expresidiario es un peligro para la sociedad. Seguir votando por el que diga Uribe es un acto de indignidad y complicidad. Pasará a la historia como el más perverso jefe de Esta