Aquellos periodistas de antes

5 abril 2024 1:44 am

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James Padilla Mottoa

En esta ocasión me ha dado por recordar… porque yo también tengo la enfermedad de los recuerdos, sobre todo, los recuerdos gratos, los que nutren el sentimiento y el alma.

Hoy me ha dado por recordar personajes de un tiempo memorable en la historia de Armenia y el Quindío: acá llegué cuando apenas se quitaban los quindianos el traje de gala que se habían puesto para la inauguración del departamento; la ciudad era pequeña, recogida, pero hermosa; con unos sitios característicos que ahora remueven la nostalgia de los viejos.

Entre Armenia y Calarcá juntaban ocho emisoras que luchaban con tesón y mucho profesionalismo por ganar la audiencia. Eran unos medios bien impregnados de civismo; ese que fue motor inocultable para alcanzar el gran logro en la historia de esta tierra.

Y estaban los periodistas; nombres sobresalientes en la vida de la región y soldados inclaudicables cuando fueron llamados a cerrar filas para defender los ideales y objetivos de la raza propia.

Existía un cacicazgo admirado y consentido que aglutinaba a la gran mayoría porque había sido fuerza arrolladora en la política nacional para conseguir los votos que le dieron vigencia administrativa a una región geográfica con reconocida identidad en el país.

Pensando en ello es inevitable profundizar sobre la fugacidad nuestra, el momento tan breve de nuestra existencia. Hombres y mujeres que fueron estandartes de un suelo que se sacudió y levantó los brazos para decir presente en el mapa de Colombia. Un periodismo comprometido, con grandes figuras que le dieron lustre a la profesión.

Intento recordarlos con afecto y admiración porque recientemente se habló mucho de periodistas y locutores y, sin quererlo, sentí mucho su ausencia por ese hoy que nos aturde con opiniones sin altura y con voces vacías, sin mensaje.

Aníbal Cárdenas Cifuentes, periodista clásico que tecleaba con velocidad increíble en la vieja máquina de la redacción de Radio Gaceta en La Voz de Armenia. Tenía el conocimiento y la capacidad para pisar todos los terrenos de la información: sencillo y puntual en sus crónicas y corresponsalías deportivas y preciso y respetado en el quehacer diario de la comunicación. Amigo leal, tierno y abierto con quienes llegábamos donde él en procura de un consejo o una ayuda especial.

Silvio Martínez Montoya, típico periodista visionario, de noble corazón para entregarse a sus amigos y a sus causas profesionales. Bohemio y sapiente para hablar de todo: política, fútbol, tangos y algo más…

Miguel A. Capacho, intelectual del oficio, poeta elocuente, atildado y bondadoso en el trato con sus colegas y con todos los que lo requerían; Arcesio Chica Suárez, un locutor y periodista de una recia formación profesional; sabía de radio un montón, agenciando su paso por prestigiosas emisoras del occidente colombiano; pocos como él en el arte envidiable de la improvisación en el micrófono; Aldemar Rojas Martínez, periodista de oficio con un estilo sencillo y fluido para contar historias; los encuentros con él eran una dicha de tertulia inacabable para hablar de cosas cotidianas y de música vieja que traía por cajonados en sus Musicales del Recuerdo. También adquieren ribetes especiales en la recordación hombres como Gustavo Rico Echeverry, locutor y periodista que dejó su nombre impreso en esas luchas gloriosas de Armenia y el Quindío por ganarse un lugar de reconocimiento nacional.  Alberto Duque Ochoa, periodista amable y franco que acompañaba sus disertaciones muy objetivas con sus gestos y ademanes tan característicos; Leonel Dávila Marín, locutor deportivo y gerente sempiterno de Caracol (Pregones del Quindío) hasta que su nueva profesión de abogado lo alejó del mundo maravilloso de la radio.

Otros nombres de grata recordación para nosotros los del tiempo de antes: Arturo Torres González, Eladio Arredondo, Jaime Gómez Botero, Carlitos Gaitán Melo, Nelson Sabogal Vásquez, este último querido sobreviviente de una época tan fastuosa en la radio y el periodismo quindianos, que estoy seguro, nunca volverá.

Seguro que se me quedan muchos nombres, pero no se apuren que a ellos también los llevo en mi corazón porque hacen parte de un movimiento y de un talante inolvidables. He querido citarlos hoy en esta humilde nota porque los de ahora tienen derecho a saber un poco de quienes fueron forjadores de una tierra de maravilla que es la nuestra…

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