Guillermo Salazar Jiménez
Ciencia y democracia, dos prácticas tan disímiles y diferentes propósitos, se necesitan para construir un mundo múltiple con intereses compartidos. Con mayor razón, expresó Juanita Lectora, Universidad y Escuela deben dialogar para construir una Colombia diferente. Comentó que estar comprometidas con la formación del futuro ciudadano tienen que integrar esfuerzos para reconocerse y resolver problemas del ser, pensar y hacer.
La Escuela, sin el apoyo de los nuevos conocimientos pedagógicos universitarios, quedará marginada de la ciencia y la Universidad divagará, sin conocer la realidad de los primeros pasos del enseñar y aprender iniciados en la Escuela. La mejor interacción es a través del diálogo, con el escritor italiano Massimo Bontempelli, Juanita agregó que “Conversar es entrar en el surco que ha trazado el otro, y proseguir en el trazo y perfección de aquel surco”.
Rusbel Caminante añadió que el diálogo Universidad y Escuela adquiere valor porque estudiantes y profesores advertirán nuevas perspectivas de pensar el mundo y explicar la realidad. Pensó que tal diálogo interinstitucional ha sido pobre, sin ser conscientes que Universidad y Escuela contienen fuerzas pedagógicas que influyen en futuros procesos del enseñar y aprender. Explicó que la paz necesita que dicho diálogo inicie ya, porque el ideal propuesto por el gobierno necesita de fraguarse, cuanto antes, en las escuelas con el apoyo universitario.
Con los niños, en sus particulares ambientes escolares, la Universidad puede abrir diálogos para convertirlos en agentes de cambio. Por ello, Rusbel con Paulo Freire, en Pedagogía del oprimido, concluyó que “Solamente el diálogo, que implica el pensar crítico, es capaz de generarlo. Sin él no hay comunicación y sin ésta no hay verdadera educación”.
Juanita Lectora argumentó que luchar por la paz empodera a los estudiantes para adquirir habilidades y aptitudes en la gestión pacífica de conflictos y problemas comunitarios. Por ello, el diálogo es la herramienta excelsa para estudiar las diferencias y resolver los conflictos.
Juanita, convencida que la forma de vivir y pensar de los niños depende de la historia de su familia y región, recalcó que el diálogo Universidad y Escuela podrá identificar nuevos saberes y generar otras aptitudes para saberse parte de Colombia y cambiar el rumbo. Los niños en su propio contexto, con el apoyo de los universitarios, tendrán la oportunidad de interactuar, tanto para desarrollar el conocimiento y la innovación pedagógica, como para comprender el valor del trabajo cooperativo y solidario.
“La historia no es sino un diálogo, bastante dramático, por cierto, entre el hombre y el universo”, de la escritora española María Zambrano, permitió que Rusbel Caminante opinara sobre el papel que juega el universo particular de la escuela en los niños y en las nuevas miradas del aprender universitario, para avizorar otras maneras de amar y vivir.
Cierto, maestro Benedetti: “…pero el día empieza a convocarnos/ y es distinto de todos los demás/ tiene otra lluvia otro sol otra brisa/ también otras terribles confidencias/ así empieza el diálogo con la jornada/ la discusión el trueque de rencores/ y de pronto el abrazo…”