Por Fernando Jaramillo Botero
Nuevamente es noticia el túnel de La Línea, el pasado lunes 22 el presidente Duque inauguró todo el trayecto entre Cajamarca y Calarcá que comprende 25 túneles, 31 puentes, 3 intercambiadores viales, y más de 30 kms de doble calzada, y que gusto venir a conocer esta nueva obra, disfrutarla con el marco especial del Paisaje Cultural Cafetero y de las montañas donde nace el agua para gran parte de nuestra población.
Mención especial al ingeniero Uriel Orjuela quien desde lo técnico saca sus ratos para mostrar que “lo esencial también es invisible a los ojos pero cuando se lleva en el corazón lo transportamos a la realidad” como lo diría Antoine de Saint Exupéry en “El principito”, el ingeniero Orjuela quien también es un cultor musical, se dio a la tarea de recopilar y asignar nombres a todas las obras de ingeniería que ahora si podemos llamarlas obras de arte como dicen los ingenieros y asignó nombre de pájaros, mamíferos, árboles y flores. Entre ellos tenemos al anturio negro que alguna vez quiso ser la flor nacional de Colombia según los relatos del show de las orquídeas del parque Nacional del Café, o el yarumo blanco que evocando al profesor Yarumo nos recuerda la importancia del agua y que también fue postulado como árbol nacional de Colombia antes de la palma de cera que, a propósito de errores, no es un árbol.
Recupera igualmente el honor de las zarigüeyas tan despreciadas por la humanidad, pero tan útiles para el ecosistema y de mamíferos de pelo en vía de extinción como el oso de anteojos, el ocelote, el mono aullador, el tapir andino, el tigrillo lanudo, los monos perezosos, los guatines, las guaguas, el león de montaña y los venados que evocan los famosos atardeceres enmarcados en sus arreboles iluminados con el sol de los venados al caer el día.
Otros puentes y túneles recibieron su bautizo con nombres de flores exóticas recreando el patrimonio quindiano y fortaleciendo el conocimiento de nuestra flora, se destacan las heliconias, los siete cueros, las orquídeas, los anturios y las bromelias; también hacen presencia los árboles emblemáticos como el molinillo que es el árbol insignia del Jardín Botánico del Quindío, el chachafruto que alimenta a los campesinos, el cedro negro y el caracolí que contribuye con sus finas maderas al patrimonio mueble de la colonización.
Creo que solo nos faltó la guadua para hacer homenaje a nuestra biodiversidad, pero ella con su majestuosidad esta lista para recibir a todos los que vengan a conocer esta tierra premiada por la naturaleza y coronada con el verde claro de los guaduales. Sigo sin entender por qué la Policía de Carreteras retiene el tráfico temporalmente en la calzada para bajar a Calarcá a la altura del peaje y luego da vía libre, ¿no será mejor bajar uno a uno lentamente y no hacer esos cortes generando trancón y malestar en los conductores?
Y como el trabajo no para, ya avanzan las obras iniciales de la doble calzada Armenia – Montenegro, en el sector de Mercar se iniciaron movimientos de tierra, traslado de redes eléctricas y trazado de la vía que llegará a Cartago para conectar con la troncal de Occidente, así mismo, ya se dio al servicio la variante de Pueblo Tapao que soluciona un problema de muchos años donde pasar en temporada alta por este corregimiento de Montenegro era una odisea. Bienvenidas estas obras que el Quindío reclamaba hace años y que contribuyen a la conectividad con el resto del país y a la movilidad interna facilitando los recorridos a los turistas y a todos los quindianos; cada vez más agradable salir a puebliar por las excelentes vías del departamento.
El que sigue en deuda es Armenia, el caos es total, los trancones cada vez peores y no se ven soluciones ni a corto ni a mediano plazo, solo promesas en cada reunión para explicar lo inexplicable y defender lo indefendible y el nuevo PICO Y PLACA que inicia mañana es perverso, los del sur no tienen como ir al centro o al norte y los del norte no tienen como llegar al centro o al sur.
Noviembre de 2021
