Por Álvaro Ayala Tamayo
Muy bueno sería preguntarles a las personas de la calle (mejor de la casa) sobre lo qué piensan en relación con la experiencia del coronavirus en general. El monopolio de los medios a nivel informativo y de opinión suele dejar sin oportunidad a la gente de manifestar lo que siente en determinados eventos.
Para el caso que nos ocupa hay innumerables preguntas que se hace el ciudadano del común y aún no tienen respuestas que les despejen dudas sobre pandemia y economía. Incluso, cómo sienten el manejo que los medios de comunicación han dado al episodio. Si las autoridades médicas y sanitarias a estas alturas no han logrado resolver el problema, los gobiernos menos y por obvias razones tampoco la televisión, la prensa, la radio, ni las redes sociales.
No se trata de hacer una encuesta aleatoria con mil personas en algunas ciudades del país y concluir que Colombia piensa de determinada manera sobre el Covid19. Hablando con familiares y amigos se encuentran muchas preguntas y posiciones todavía no tramitadas en los medios de comunicación. También sería oportuno que de manera independiente se pregunte al pueblo sobre el nivel de reacción del gobierno nacional, departamental y municipal. Pero no la encuesta pagada por el mandatario de turno con la empresa encuestadora de siempre. Así no vale la pena porque nos meterán las mismas mentiras. Tampoco que la encuesta sea contratada por el grupo opositor porque sería otra farsa.
Igualmente sería interesante conocer la percepción que se tiene sobre el manejo dado por la Organización Mundial de la Salud. Y para nuestro caso, en relación con el ministerio de salud. Un padre y una madre de familia con dos o tres hijos en un hogar también tienen ideas y propuestas sobre el virus y el trabajo. No podemos seguir obedeciendo a rajatabla lo que dicen los gobernantes. Hay una razón elemental para ello. Quienes dan las órdenes y dictan las medidas reciben salarios (muy buenos).
En casa cinco personas sufren mucho sin poder salir. La crisis es doble. Es emocional y es económica. No podemos permitir que a la gente solamente la tengan en cuenta para confinarla y dejarla sin trabajo encerrada en la casa. De acuerdo con la experiencia que están sintiendo, estoy seguro que tienen mejores ideas para solucionar la crisis. Señores gobernantes: Que hable la gente. Ustedes tienen la obligación de abrir la economía y cuidar la salud de todos. Ese también es su compromiso.
