Por Álvaro Ayala Tamayo
Si el doctor Gustavo Petro existe, es porque en Colombia no hay dictadura, sino plena y absoluta democracia. Sus actuaciones rechazadas por unos y seguidas por otros demuestran las plenas garantías para la oposición y hasta para los vándalos del paro. Los doctores Duque, Santos, Uribe, Samper, Gaviria, Pastrana, pueden ser objeto de todo tipo de debates, menos de dictadores. Además, la Constitución de 1.991 que por estos días está cumpliendo sus primeros 30 años se montó para defender la democracia y espantar las oscuras sombras de una dictadura. Aquí no existen Ortegas, Maduros ni Putines encarcelando a opositores o a los organizadores del paro.
En Colombia nadie va a la cárcel sin pasar por la investigación de un fiscal y el aval de un juez de la República como lo hacen el peligrosísimo Daniel Ortega o el verdugo Maduro. Aquí sucede lo contrario. La Ley 906 ha sido acusada de muy garantista para los victimarios. Lo que sí está en peligro es la institucionalidad.
La sórdida recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos de la izquierda es un caramelo envenenado. Vinieron a proponer que la Policía Nacional sea separada del Ministerio de Defensa. El propósito es diabólico. Quieren que vaya al Ministerio del Interior para politizarla y conseguir que la Policía recoja en sus filas guerrilleros y exguerrilleros. Que sea la sede de semejante extravagancia para ponerla al servicio de asuntos que nada tienen que ver con la seguridad nacional y el bienestar de toda la ciudadanía. Buscan convertirla en milicias de la paz y poder montar sus combos de asuntos mojados. Si logran su cometido, cada alcalde de izquierda que gobierne en un municipio podrá nombrar su propio cuerpo de milicianos y les llamará Policía del pueblo o Policías de Paz.
Claro que la Policía Nacional requiere de ajustes, modernización y capacitación sobre derechos humanos, pero no como lo quiere y pretende la comisión de camaradas que anduvo viaticando por estos contornos. Cuando venían en el avión para Colombia ya tenían las recomendaciones y redactado el informe contra el país, la Policía y el presidente Duque. ¡Qué aviones!