Álvaro Ayala Tamayo

José Manuel Villarejo Pérez es un reputado rufián español. Su poder criminal radicaba en que era Comisario Nacional de Policía y allí montó una oficina siniestra para atender malandrines desde el estrato uno hasta el diez. Su prontuario dice que, trabajó para quien mataba a cuchillo, o, para el perfumado que buscaba evadir 100 millones de euros a Hacienda.

En medio del escándalo por el pago del Barcelona a Negreira, por asesorías arbitrales, hoy en investigación, Villarejo dijo que, Florentino Pérez, del Real Madrid, lo hacía primero. Atracos en Madrid y Barcelona.

Como hoy existe VAR en el fútbol, quienes compran partidos entienden que la jugada tiene que iniciarse ahí, en el VAR. El gol legítimo que le anularon a Lucho Díaz, en Londres, contra el Tottenham, es el cuerpo del delito.

El árbitro, sabía que fue gol y se apresuró a continuar el partido para que el VAR no tuviera tiempo de anularlo y los del VAR demoraron la revisión para poder decir que el juez siguió el encuentro y nada qué hacer. En conclusión, los ingleses hicieron el reglamento y patentaron la trampa. Atracaron en Londres a Liverpool.

Hace quince días en Neiva un recogebolas del Huila tiró un balón a la cancha cuando un jugador rival se disponía a anotar un gol. La jugada se anuló y nada pasó. Incluso, algunos tildaron de pilatuna y anecdótica la actuación del pillo recogebolas, empleado del equipo profesional. Atraco en Neiva.