Álvaro Ayala Tamayo
El magistrado Álvaro Hernán Prada se pegó un tiro en el pie. Pero, es posible que también le haya rebotado y no conocemos el orificio de salida. No hay que ser pitoniso para saber que su enemistad con el presidente Gustavo Petro Urrego le saldrá cara y costosa.
Formular cargos desde el Consejo Nacional Electoral contra el jefe de Estado lo puso en la mira de la Corte Suprema de Justicia. Su proceso por complicidad en compra de testigos, que ya tenía telarañas fue desarchivado y lo más posible es que no le vaya bien. Cuando la Corte llama a juicio a alguien es porque tiene pruebas contundentes, difíciles de controvertir.
Al magistrado del Centro Democrático fácilmente se le puede decir que su victoria será pírrica. Petro libre y gobernando, mientras él luchando a brazo partido para no dejarse condenar. No midió la fuerza de su rival y le saltó un poderoso que le quitará el sueño, y algo más.
Hablemos de historia reciente. Sabas Pretelt, Bernardo Moreno, María del Pilar Hurtado, César Mauricio Velásquez, Andrés Felipe Arias, Diego Palacio, Jorge Noguera, Salvador Arana, Mario Montoya, Mauricio Santoyo, Luis Carlos Restrepo, Juan José Chaux, y otros. Todos ellos tuvieron problemas con la justicia, por temas relacionados con el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez.
Esa saga al parecer no ha terminado. Al magistrado Prada se le puede venir el mundo encima por la mala suerte que persigue a ciertos amigos de Uribe Vélez. Eso también debe decirlo su abogado Diego Cadena. Otro que anda en líos relacionados con Uribe Vélez.
Ese trabajo del Consejo Nacional Electoral es un saludo a la bandera. Al presidente de la República lo investiga su juez natural, la Comisión de ‘Absolución’ de la Cámara de Representantes. Allí tienen lista una gaveta con polillas para almacenar el expediente. Es decir: los cargos contra el presidente Petro, sirven para lo que fue creada la comisión de absolución.
Los topes de las campañas siempre se los han volado todos. Pueden preguntarle a Odebrech cuánto giró a Santos y a Óscar Iván Zuluaga. Este último candidato cercano a sentarse en el banquillo de los acusados.
También podemos recordar los ocho mil motivos para desconfiar de la campaña de Ernesto Samper. ¡Padre de esa criatura!
