Por Iván Restrepo
Sin conocer detalles de las gestiones llevadas a cabo por nuestros líderes del turismo regional en la pasada versión No. 40 de la Vitrina Turística de Anato 2021, en pro del Quindío turístico, quiero destacar la firma de los convenios para la construcción de los tres Recintos Gastronómicos, Artesanales y Experienciales de Quimbaya, Montenegro y Pijao. Adicional, la confirmación de algo más de $434 millones para sufragar algunas obras complementarias del Recinto Gastronómico “Villa de Nueva Salento”. Este dinero será destinado para la poner a tono las cocinas y locales para los artesanos que ya tienen asignados sus locales por parte de la administración de Salento.
considero un hincha furibundo de las plazas de mercado de los pueblos y las grandes ciudades, estas, desde épocas inmemoriales han ejercido una atracción para los residentes y para los visitantes y turistas quienes encuentran en ellas todo el sentir de la comunidad local. Por este motivo debemos celebrar estos logros que, definitivamente van a convertirse en valores agregados al producto turístico local de todos los pueblos mencionados en el convenio. Siento mucho no haber incluido al corregimiento de Barcelona, Calarcá, por ser este destino uno de los grandes referentes gastronómicos del Quindío con atributos ampliamente reconocidos en donde los productos derivados del maíz juegan un rol estelar.
Quiero compartir con ustedes algunas reflexiones con respecto a las plazas de mercado y su impacto en las comunidades en donde se encuentran.
Para nadie es extraño escuchar cómo los mercados públicos continúan incrementando su popularidad en los últimos años. Para nuestro caso, es mayor el interés de la gente por los alimentos orgánicos cultivados artesanalmente en el entorno rural del Quindío, así como en los productos fabricados localmente; en cierta forma, generan un sentido de comunidad en el mercado.
¿Cómo pueden los mercados públicos, tanto los permanentes, como los puntuales –aquellos que suelen organizar las comunidades ya sea mensualmente, quincenalmente o de fin de semana– impactar para hacer de la comunidad un lugar mejor?
1. Un mercado público exitoso es un catalizador para las empresas locales. El mercado público atraerá clientes que no solo compran en el mercado, sino también en negocios locales. Estudios llevados a cabo encuentran que hasta el 70% de los clientes atraídos por el mercado público, compran en otras empresas del área.
2. Los mercados públicos crean un ambiente de reunión, motivan conexiones entre residentes, visitantes, turistas, artesanos, agricultores y la comunidad en su conjunto. Es el lugar ideal para pasar el rato, comprar y gastar no solo dinero, sino también tiempo. Un gran mercado público puede albergar no solo proveedores, sino también eventos, espectáculos, y cuanto tipo de encuentros se nos ocurra.
3. Brindan a los residentes locales acceso a alimentos frescos cultivados localmente y, a menudo, alimentos orgánicos asequibles, lo que aumenta la salud de toda la comunidad.
4. Se convierten en el centro de un vecindario, inculcando el orgullo de la comunidad.
5. Un mercado público exitoso alienta a los visitantes y mejora el turismo, además de brindar a los residentes locales un lugar para pasar el rato. En muchas ocasiones, se vuelve el atractivo turístico para muchas regiones, como creo que puede pasar si logramos recintos exitosos para Montenegro, Quimbaya y Pijao.
6. Un mercado público puede crear un área amigable para los visitantes de forma tal que conecte otras atracciones y vecindarios de la región; para nuestro caso y dadas las cercanías, podemos capitalizar esta ventaja versus otros destinos de Colombia.
7. Los mercados públicos pueden ayudar a revitalizar la ciudad como un centro comercial minorista para residentes y visitantes.
Para terminar, encuentro en nuestro Secretario de Turismo Departamental, Carlos Arredondo una persona que coincide en mis apreciaciones, por lo tanto, considero que, por conocer la dimensión del alcance de este tema, no va a ser difícil lograr buenos resultados, ojalá en el corto plazo.
Hasta la próxima,
