Por Iván Restrepo
Definitivamente las redes sociales se han tomado el mundo con una accesibilidad casi que del 100% en todas las capas de la población mundial y, además, con la gran ventaja de la inmediatez. Hasta hace cosa de 30 años aproximadamente dependíamos exclusivamente de las oficinas de prensa y agencias como France Press, Reuters, Associated Press International y similares; medios especializados en noticias del nivel mundial, nacional y regional. Con el auge de las redes sociales hay que agregar a estas, Facebook, YouTube, Instagram, Tik Tok, Twitter, Messenger y otras. Nos han puesto a todos a mirar como pájaro en rama, de un lado para otro, sin olvidar que aún tenemos la TV, la radio (incluso por streaming) o los podcasts. Lo anterior ha dado pie para el surgimiento de una generación de influenciadores a los que también llaman “you tubers”, “instagramers”, “twitteros” o “tik tokers”, entre otros. Salvadas excepciones, el producto que entregan a la masa consumidora deja mucho que desear.
El influenciador es una persona que posee cierta credibilidad sobre un tema concreto y cuya presencia e influencia en las redes sociales hace que se convierta en un prescriptor idóneo de una marca determinada, teniendo en este oficio palabras clave como inbound marketing, influencer, estrategia comercial, marketing de influencia, social media.
En al ámbito local y nacional son varios quienes manejan cientos de miles y hasta millones de seguidores; con este número como carta de presentación recurren a los clientes potenciales para ofrecer hablar y promover su producto a su “portafolio de clientes” o mejor, “seguidores”. Respeto criterios y no puedo hacerme el de la vista gorda ante una nueva realidad comunicacional pero no puedo evitar notar que detrás de los influenciadores profesionales, los que actúan con criterio, están los aprovechadores, aquellos que Smart Phone en mano se lanzan a promocionar bienes y servicios sin el mínimo criterio de calidad.
El cumulo de material multimedia en Internet sobre nuestro destino es prácticamente infinito, pero si nos ponemos a analizar, un 90% es de baja calidad y no cumple los estándares de tiempo, calidad, contenido. En pasadas ocasiones he recomendado subir, compartir y darle LIKE a material multimedia que llene estos requisitos, pero, lo que estamos haciendo es entregar al cliente potencial una imagen que de por si no “vende” mucho; el efecto es diametralmente opuesto, y esto sí que nos causa un grave daño.
Una sugerencia para todos: miren el material multimedia generado por aquellos que SI saben de estos temas, para nuestro caso el turismo, revisen el material de Procolombia, de la Secretaría Departamental de turismo, de unas cuantas secretarías municipales de turismo, de las empresas de turismo y hotelería, ya que ellas son un buen ejemplo. Analicen tiempos de la multimedia ya sea Radio, TV, cuando un material es de promoción, comunicación, instrucción etc. ¡Ah! y por favor a todos: No se vuelvan “caja de resonancia” de material multimedia de mala calidad.
Respeto mucho a los comunicadores profesionales que están llevando a cabo la tarea de promocionar nuestro destino en sus redes sociales como debe ser, ya que las técnicas de comunicación no se aprenden de la noche a la mañana.
Sigan estos ejemplos:
Por último, para usted amigo empresario, o quien quiera promocionar su producto a través de redes sociales: escoja su influenciador con criterio. No se trata solamente del número de seguidores que dice tener, hay mucho más que usted, antes de firmar el acuerdo, debe saber. Conozco influenciadores en todos los medios y redes sociales que lo hacen muy bien, pero también conozco otros que… mejor lo dejo ahí.
BREVES DEL QUINDIO: En mi constante afán de destacar las cosas buenas de nuestra región me he encontrado con que en Calarcá hay un puñado de emprendedores gastronómicos que se han dado a la tarea de ofrecer experiencias de calidad: este es el caso de los hermanos Ramírez, quienes con su equipo de colaboradores al frente del restaurante KABÚ, ubicado en la calle 38 entre carreas 24 y 25, han puesto en marcha una propuesta gastronómica única, con precios muy solidarios y sin pretensiones.
Hasta la próxima,
