Por Iván Restrepo
El otro día, justo cuando pasaba por el scanner del aeropuerto, no pude dejar de observar cómo, justo al lado, una urna transparente que permite a todos los pasajeros ver los efectos personales que han tenido que colocar allí porque, según disposiciones, atentan contra la seguridad del vuelo. Estoy seguro que a muchos de ustedes se le han venido a la mente escenas ridículas de un terrorista atentando contra la seguridad del vuelo con un corta uñas o con un monda dientes. Tengo que admitirlo, soy muy respetuoso de las disposiciones de las empresas para proteger a sus pasajeros, pero me resisto a aceptar que, por haber colocado en el maletín de mano algún objeto preciado, este venga a parar a la urna transparente.
Esta situación tan recurrente me ha llevado a reflexionar sobre las opciones que podemos adoptar los prestadores de servicios cuando estamos ante una situación como la anterior. En otros países ofrecen la opción para que el efecto personal lo lleven en cabina bajo la custodia del personal de vuelo. Otra opción es colocarlo en un sobre con la dirección del propietario y enviarlo para pago contra entrega a su domicilio, siendo el mismo pasajero el que determinará si vale la pena esta acción o simplemente descartarlo. Sería bueno que los prestadores de servicios propongan mejores alternativas para el pasajero/cliente al fin y al cabo, la razón de ser de muchos los que tenemos como misión atender a nuestra clientela.
En mis años de Recepcionista en un hotel de primera categoría, una de las situaciones más recurrentes era la del pasajero que llegaba a la Recepción apurado y casi que jadeando con un billete de otra moneda diferente, buscando cambiarlo para poder pagar a un estresado taxista la respectiva carrera.
Al principio, incorporé a mi rutina, -al colocarme el uniforme- poner en el bolsillo de la camisa una cantidad equivalente al cambio, en este caso, de un billete de US$100 para el caso, el cambio más recurrente, de forma tal que cuando el pasajero se acercaba con el billete de moneda extranjera en la mano, sacaba yo el dinero del bolsillo sin siquiera contarlo en presencia del sorprendido pasajero con una frase de este tenor: “Señor páguele al señor taxista, ya tendremos tiempo de hacer usted y yo la transacción respectiva”. Regresaba el cliente con palabras de agradecimiento por el gesto de confianza depositado en él.
Actitudes como las anteriores son llevadas a cabo por empleados con una muy alta pasión por el servicio, aquellos que a toda hora están pensando cómo impactar al cliente positivamente, quienes hacen de su trabajo una diversión en todo momento. Nuestra región es ampliamente reconocida por el contar con una mano de obra en donde el común denominador es su amabilidad. Dicen que la pasión nace con la persona, sin embargo, yo creo que esta se puede sembrar; Los resultados se encargarán de reforzar mi aseveración.
Hagamos el trabajo de una forma creativa, los clientes lo va a agradecer y recordar.
BREVES DEL QUINDIO: La semana anterior tuvimos la oportunidad de ver en la mayoría de los noticieros nacionales el amplio despliegue dado a la noticia sobre la inauguración por parte de la aerolínea COPA de su nuevo vuelo con 3 frecuencias semanales Armenia-Panamá-Armenia; estas noticias nos llenan de regocijo; solamente nos queda esperar que los entes regionales sepan promocionar este vuelo para que sean más los que vengan de allá para acá, de forma tal de poder tener entre nosotros muchos turistas de otras latitudes demandando todos los servicios que tenemos para ofrecer.
Hasta la próxima,