Por Iván Restrepo
La principal temporada turística con que contamos, la del 24 de diciembre 2021 al 12 de enero 2022 aproximadamente, es ya cosa del pasado. Ya deben estar mis colegas del quehacer turístico regional haciendo sus balances y comparativos con temporadas anteriores. Los análisis en relación al período inmediatamente anterior no son muy dicientes, por lo que considero más valido comparar contra el mismo periodo 2.019- 2020 y así sacar mejores conclusiones. Como se ve inicialmente, esta temporada ha sido superior a las anteriores en casi todos los aspectos. A propósito, me he basado en el informe dado a conocer a través de este medio el pasado viernes 14 de enero en el Observatorio Turístico del Quindío, el cual emite religiosamente La Cámara de Comercio de Armenia y el Quindío. En mi percepción este informe arroja resultados relativos muy similares a los años anteriores.
Para destacar, obvio, el incremento de viajeros del Tolima, Huila y cercanías que utilizan el cruce de cordillera. Me atrevo a pensar que la mayoría son visitantes del día ávidos de conocer la mega obra para luego llevar a cabo actividades en el departamento. Los grandes beneficiados son los parques temáticos, pueblos, restaurantes y otras actividades afines con los pasadías. Preocupante el incremento del 41% de vehículos en Pijao, 14% en Buenavista y 7% en Filandia, diferente de lo sucedido en Salento, que presentó una disminución del 7%. Insto a todos quienes tienen injerencia en el quehacer turístico regional para que analicen con Lupa principalmente el incremento del volumen de turistas hacia la cordillera; las vías de acceso son muy frágiles y no fueron en su momento diseñadas para soportar una masa de viajeros de esta magnitud.
Del total de los encuestados el 32% no se alojó en el Quindío, lo cual nos lleva a la conclusión que son visitantes de otras regiones o a lo mejor, turistas alojados en Caldas, Risaralda, Norte del Valle, Tolima y otros. Otra información de vital importancia para el sector del Alojamiento Regional es el del tipo de Pernoctadas, las cuales fueron en el entorno Urbano del Quindío de 26%; 33% en Casas de Amigos; Rural 32%; Otros 9%. No es muy provechoso para nuestro destino turístico manejar unas cifras tan altas en lo que respecta al “alojamiento ocioso”, ese que se aloja en las casas de la familia o de los amigos. Productivo cuando paga por alojarse y consume servicios turísticos en el destino que visita, pero improductivo cuando se le recuesta a la familia o amigos, deja huella de carbono y consume servicios que no derraman mucho al destino receptor.
Escuchando a algunos de los actores regionales, me da la sensación que están solamente concentrados en las épocas de altas temporadas; ya los he escuchado con perlas como esta: “Bueno, hemos salido de una temporada muy productiva (?) Con muchos turistas, ahora nos queda es enfocarnos en Semana Santa 2022 en Abril”.
Cambiemos el chip y enfoquémonos en planear, organizar, ejecutar y promocionar para 365 días del año y no solo para 70 días aprox. Es muy importante “desmenuzar” más a fondo toda esta información por lo tanto, no está demás, hacer una reunión con el sector turístico regional y analizar entre todos estos observatorios.
Hagamos de este año el año de un turismo selectivo, no masivo, sostenible, eco amigable, sustentable y experiencial. Esto es lo que el viajero quiere, contrario a los trancones de horas para llegar a un destino en donde ni caminar puede; hago eco en las palabras de una familia de turistas que me crucé en el camino: “HABERLO SABIDO, NOS HUBIESEMOS QUEDADO EN BOGOTA”
Hasta la próxima, queridos lectores.