SOPLAN VIENTOS DE GUERRA

6 marzo 2022 10:59 pm
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Por Iván Restrepo

Algo que se considera como verdad de a puño: Se sabe cómo y cuando empieza una guerra mas no cuando y como termina. Este conflicto Rusia – Ucrania tiene al mundo en vilo, al punto tal que el desordenamiento en tantos renglones de la vida y la economía mundial, como siempre, toca al turismo, segmento este altamente sensible a tantos factores en donde, la paz,  tantas veces cacareada por mí, es ingrediente principal. Sin ella, es difícil darle rienda suelta al ocio, a la recreación y a los viajes. En el entorno mundial, son muchos los vuelos cancelados en todo el mundo cuyos destinos y orígenes son precisamente los países y regiones que en estos momentos son salpicados por la barbarie de los enfrentamientos entre pueblos otrora hermanos.

Para nadie es un secreto el grado de afectación que estas situaciones de inestabilidad crean; unos 660.000 refugiados han huido de Ucrania hacia países vecinos en los últimos días, según datos y estadísticas que mantiene la ACNUR, la agencia de Las Naciones Unidas para los Refugiados. Tengo la impresión que al igual que a mí, la película que imaginamos en la mente, de estos refugiados es la de las corrientes de hermanos venezolanos en romería por nuestras carreteras de esta sufrida Colombia que definitivamente no logra salir del conflicto, cuya paz fue firmada otrora y que tantas esperanzas nos dio para la recuperación de este turismo Cenicienta.

Ni que decir del precio del combustible rayando los $120 dólares por barril; es un golpe directo a la yugular de los viajes aéreos y en general a todo el entorno económico mundial. Es el momento en que un grueso de la población mundial ha decidido cortar los gastos suntuarios –dentro de los cuales están el turismo y los viajes de placer— ante la creencia que este conflicto pueda escalar a alturas de otra guerra mundial; la gente a pesar de no haber vivido la última guerra, está documentada y sabe las consecuencias que puede acarrear, por lo tanto, deciden mejor ahorrar hasta tanto se vean luces más positivas al otro lado del túnel. “El palo no está como para cucharas” dice el adagio callejero.

Menos mal que para nosotros, en el entorno nacional y más precisamente en el ámbito regional, seguimos apuntándole al modelo salvador del Turismo de Cercanías, del cual nos estamos nutriendo todos los prestadores de servicios turísticos y conexos. No obstante lo anterior somos muchos los que seguimos apostándole al turismo internacional, el que nos permite cobrar unas tarifas mejores para así, poder lograr mejores resultados y menos turismo masivo que nos permita alejarnos de ese modelo similar al otrora famoso PLAN 25 DE SAM por allá por los años 70 y 80 que casi dio al traste con la Isla de San Andrés; recordemos que este modelo de turismo fue el que dio origen a la famosa denominación: “Turismo de Chancleta”.

Es la hora de generar ideas alrededor de la transición ordenada de un turismo “barato” masivo a un modelo más selectivo que en gran parte se puede lograr con el anhelado nicho de mercado de los turistas internacionales.

Sigo a la espera que las autoridades del turismo de Salento  convoquen al sector turístico del municipio a una presentación sobre el manejo de las corrientes turísticas que en otras ocasiones han dado tantos dolores de cabeza a turistas, prestadores de servicios  y autoridades locales. Solo estamos solicitando de manera muy cordial que se nos permita sostener un conversatorio para exponer la que consideramos puede ser una opción para mejorar estas situaciones.

Ojala nuestra solicitud tenga eco.

Hasta la próxima

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