Precisamente hoy, cuando ustedes leen mi acostumbrada columna, se cierra la puerta de la alta temporada. Esto no es solo para nuestro destino, es la misma para todo el país. No es extraño ver turistas regresando a casa desde este pasado sábado por unas carreteras altamente congestionadas no solo por el auge de los automóviles, sino también por los derrumbes causados por el invierno, los accidentes y tanto carro que sufre percances debido al mal estado de nuestras vías. De verdad se pregunta uno el porqué de la mala calidad de los materiales que usan para las reparaciones de nuestra malla vial (creo que todos tenemos algo de idea de por qué sucede).
Existe una gran cantidad de colegas quienes, una vez terminada esta temporada, se sientan a esperar la llegada de los clientes para la siguiente ALTA, que no es otra que la Semana Santa, la cual, desde mi experiencia, es aprovechable desde el día sábado 1 de abril (un día antes del Domingo de Ramos) hasta el Domingo 9 de abril (Domingo de Resurrección).
Estos colegas se resignan a explotar sus productos turísticos solamente en estas temporadas y no más. Les recuerdo que el año tiene 365 días y gran parte de la nómina no solamente para los 70 de temporada alta. ¿Y los otros 295 días que? Nuestro destino históricamente ha mantenido una ocupación acumulada anual de -40% precisamente por la alta influencia de los días de BAJA temporada con ocupaciones por debajo del 20%.
Voy a invitar a los prestadores de servicios a que, en vez de actuar como tomadores de órdenes, se vuelvan vendedores; hay mercado para todos y en todas las temporadas, es solo cuestión de creatividad.
Los establecimientos de servicios turísticos, excepto los de alojamiento, disfrutan de una mayor actividad por ser este un destino altamente apetecido por los residentes ubicados en un área de 3.5 horas a la redonda; es decir, vienen en la mañana y regresan a sus lugares de origen en la tarde.
En lo que a mi concierne, ya estoy empezando a alistar mis maletas para salir a vacacionar a algún sitio, con la seguridad que casi todo (Transporte, alojamiento, comida, diversión) se puede conseguir con descuentos que bien valen la pena. Además, qué bueno es ir a Salento, Filandia, Cartagena, San Andrés con el destino todo para uno, sin congestiones ni colas interminables. Anímense, viajen y disfruten de esta Colombia en baja temporada.
BREVES DEL QUINDÍO:
Se nos fue Héctor Londoño, mi apreciado colega Héctor. Será siempre recordado dentro del sector del turismo regional como alguien con el pleno conocimiento y por ende con toda la autoridad para tocar todo lo concerniente a nuestra industria sin chimeneas. Tuve siempre en él a ese colega a quien no podía dejar de llamar o vernos para discutir el quehacer de esta hermosa actividad en el ámbito regional. Crítico, precisamente por estar siempre en busca de la excelencia; en él siempre tuve esa persona que apoyaba mis ideas alrededor de todo lo que tuviese que ver con el turismo. Fueron muchas las ferias, bolsas, congresos y foros en los cuales pude disfrutar de su presencia, promocionando y “vendiendo” nuestro destino. Personalmente lo voy a extrañar, hasta radio hicimos juntos. Bien recuerdo algunas intervenciones a su lado en radio, en entrevistas a dos voces. Qué lástima, el destino pierde a uno de los grandes del quehacer turístico regional. Lo extrañaremos a mares mi apreciado colega. Para su querida familia, mi mas sentido pésame.
Hasta la próxima,