Iván Restrepo
Parodiando la canción de Sabina, pareciera que el destino nos quisiera jugar una broma macabra; y es que no hay que pensarlo mucho, todo comienza en octubre 2022 cuando se cierra el puente de Barragán, el que une a nuestro Quindío con dos ciudades, que, sin ser quindianas, se sienten como las que más por tantos vínculos históricos, además de estar más cerca de Armenia que de Cali. No más pensemos lo mal que la están pasando quienes deben de desplazarse a cumplir sus quehaceres en la capital quindiana.
Los residentes de Caicedonia y de Sevilla, han venido utilizando la ingeniosa opción del trasbordo en el puente, hasta la semana anterior cuando, desde la alcaldía de Caicedonia se emitió una orden de restringir el paso peatonal, de motos, bicicletas y similares, echándole más sal al problema. Esperemos que la tarea de la reparación del puente no se extienda mucho, esta es una labor que tienen que llevar a cabo desde el gobierno del Valle del Cauca.
Ya llevamos dos semanas con el puente del Alambrado fuera de servicio y con promesas de solucionarlo en 4 meses, vamos a esperar a que amanezca y veremos; quiero jugar a ser optimista, a una solución rápida para volver a la tan ansiada normalidad. Desde el punto de vista turístico, estimo que quienes más se han visto perjudicados son aquellos productos turísticos que dependen de los pasadías de sábado y domingo, provenientes de todos los municipios del valle e inclusive Popayán en el Cauca, quienes nutren nuestros parques temáticos y los pintorescos pueblos quindianos de visitantes.
La semana anterior, como muchos de los que residimos por estos lados, decidí, en compañía de mi familia seleccionar un sitio para almorzar, y al Parador de Camioneros fuimos a parar, al contrario de los habituales comensales, digo, los conductores de las pesadas tractomulas, esta vez tuve la oportunidad de encontrarme con familias enteras, de Calarcá y de Armenia; grata experiencia en medio de un servicio de primer nivel y la acostumbrada sazón de su cocina.
Desde mis años mozos, siempre escuché de mis mayores esta expresión:
“Cuando vayas por una carretera y te llegue la hora de comer algo, mira a la vera del camino y donde encuentres muchos camiones, no lo dudes, arrímate, porque si alguien sabe donde comer bien son ellos, los camioneros; todos los automóviles particulares que veas allí,
están porque escucharon la misma razón.”
Se hace necesario buscar por todos los medios aguzar las mentes para llevar a cabo acciones en todos estos sitios que han quedado a la deriva, son muchos los puestos de trabajo que están en riesgo de perderse, todos podemos colaborar, nosotros consumiendo, los medios de comunicación informando sin dejar de hacerle promoción a la rebaja del 58% en los peajes de las vías, los influenciadores haciendo eso que bien saben hacer; Invitar a los locales a que vayan a ser parte de los convites; que todos los ciclistas de recreación tomen estas rutas y procuren consumir por allí, que las frutas de los pintorescos puestos tengan salida; es la hora de mostrar solidaridad con nuestros amigos de la carretera.
A los turistas que consumen alojamiento, hay que hacerles ver que esta, la tierra del Paisaje Cultural Cafetero además de ser rica en tantos atributos naturales, también es prodiga en vías de acceso, por eso, el dar la vuelta por Cartago- Pereira se puede convertir en un valor agregado a ese paseo a nuestro Eje Cafetero,
“Hay muchas vías para llegar y un destino para disfrutar:
El Quindío y el Eje Cafetero”
Hasta la próxima,