Iván Restrepo
Desde mis años de Universidad, bien recuerdo a mi emérito profesor Luis Fernando Jiménez insistiendo en diferenciar las palabras TURISTA o EXCURSIONISTA para referirnos a las personas que deciden llevar a cabo un viaje a cualquier destino escogido, sea este regional, nacional o internacional. De entrada, pensamos que son términos que significan exactamente lo mismo, ¿Turista o Excursionista? Una cosa está clara, todos los incluidos en ambos términos se dedican a emprender viajes; entonces, ¿en dónde está la diferencia?
Es importante tener estos conceptos bien claros, el desconocimiento o la indebida utilización de los mismos es lo que en parte ha causado mas de un trauma en nuestro destino, sea este cada departamento del Eje Cafetero o en toda la región.
VISITANTES
Personas que viajan a un destino principal distinto al de su lugar de residencia, por una duración inferior a un año, con cualquier propósito, excepto aquel que implique ser empleado por una organización establecida en dicho lugar o país. Pueden ser visitantes nacionales cuando viajan dentro de su mismo país o visitantes internacionales cuando lo hacen fuera de su país de origen.
De este término, VISITANTE, se desprenden dos: turistas y excursionistas.
TURISTAS
Un turista es un visitante cuya condición es que permanezca en el destino motivo de su visita por al menos 24 horas (incluida la pernocta), pero como ya se mencionó antes, no más de 1 año. Los motivos pueden ser personales, profesionales o de negocios.
EXCURSIONISTAS
Todo excursionista es un visitante, con la condición que durante su viaje no pernocte en el destino visitado, es decir, que no permanece en el destino visitado más de 24 horas.
Una excursión es un viaje corto, una travesía que dura apenas unas pocas horas y puede realizarse a un lugar turístico como una montaña, un bosque, una playa o un centro cultural. Estos viajes normalmente se realizan partiendo de un lugar específico y al terminar se regresa al mismo lugar.
Analizando el caso Quindío, el numero de Excursionistas bien puede ubicarse en un 70% versus un 30% de Turistas, con unas condiciones muy especiales que es necesario analizar con más detenimiento. La derrama económica de ambos es bien diferente siendo el gasto promedio de los turistas mucho mayor que los excursionistas. Existen atractivos dedicados en su gran mayoría a satisfacer a los excursionistas, en ocasiones restando atractivo a los turistas alojados en la zona al tener que compartir atractivos entre ambos: vías de acceso congestionadas, restaurantes atiborrados y, por lo tanto, con un servicio que deja mucho que desear; poco espacio para estacionar vehículos, etc., etc. Esta situación la vivimos en el Quindío mayormente en Salento y Filandia.
En conversaciones sostenidas recientemente con algunos Tour Operadores locales que manejan receptivo tanto nacional e internacional, me dicen que cuando tienen turistas nacionales e internacionales de estrato 4 – 5, procuraran programar la visita a estos dos hermosos municipios para días entre semana, esto es, lunes a jueves; esta misma situación la experimentamos quienes vivimos acá y deseamos desplazarnos a estos lugares.
En años recientes ha ganado auge una modalidad de turismo en nuestro medio y al cual hasta me he atrevido a darle un nombre: TURISMO DE SELFIES. Para esto los lugares más frecuentados en nuestro departamento son el Valle de Cocora y ahora Buenavista, en donde los excursionistas solamente van con la consigna de perpetuar la imagen de los suyos en un hermoso entorno natural ayudado de alas, manos elevadas al aire, crucifijos, carretas al estilo de la película ET. Los excursionistas se toman las fotos, pagan el importe, se suben a su transporte y hasta luego.
Los turistas que han venido a disfrutar de un entorno natural como se lo han “vendido” se sienten frustrados pues esto no es lo que vinieron a ver. Me pongo del lado de ellos, con pena ajena.
Hasta la próxima.
