Momentos inolvidables

1 febrero 2018 10:49 pm
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No sé por qué se me ocurrió recordar momentos que siempre he tenido en mi mente, pero que nunca pude grabar o tomar una foto, porque en esa época no había redes sociales ni celulares, aunque sí cámaras, pero no encontré a alguien con una de ellas en esos dos sitios.. Es decir, me perdí esas fotos o vídeos para mostrarlos hoy o en cualquier instante.

En septiembre de 1.988, organicé el Festival Nacional Universitario de Duetos en su cuarta versión. Habíamos invitado a grandes personajes como jurados de dicho evento, el cual se realizó en el Coliseo del café de Armenia.

Fui al aeropuerto a esperar al genial hombre de la música Hernán Restrepo Duque, al compositor colombiano Álvaro Dalmar y al integrante del famoso “Dueto de antaño” Camilo García, jurados del evento mencionado.

Era un momento inolvidable. Porque por primera vez y en Armenia, se encontraban estos tres grandes para ser jurado en un evento nacional universitario.

El avión se retrasó, me senté a esperar y de pronto, me hice al lado de la gran Celia Cruz, quien se hallaba en compañía de Daniel Santos. Se habían presentado la noche anterior en el Coliseo del café. Charlamos un buen rato acerca de su experiencia en Armenia y del público.

Buscaba con la mirada a algún conocido que tuviese una cámara, porque no quería dejar pasar desapercibida esa ocasión. Una foto con esos dos personajes de la música mundial era algo especial. Pero, no encontré a alguien. En ese momento, los llamaron a la sala de espera y me perdí ese momento.

Lo grabé en mi mente, hasta el día de hoy cuando lo saco a relucir. Fue inolvidable, pues conversé con la guarachera de Cuba y el inquieto anacobero. Pero solo lo supe yo.

Años después, en el 2.005 para ser más precisos, se realizaron en Armenia algunos partidos de fútbol del Suramericano sub 20. Y aquí estuvo la selección de Argentina.

Por Colombia, Hugo Rodallega era la estrella de dicho torneo. Sin embargo, Argentína traía entre sus jugadores a un pequeño Lionel Messi.

Pasaba frente al hotel Zuldemayda, sede de la selección de Argentina y allí, parados frente al hotel, había algunos de los jugadores. Me acerqué y me puse a conversar con ellos. Estaba Messi, simpático y agradable. Hablamos de fútbol y de dicho torneo. Me despedí y seguí como si nada hubiese pasado.

Hoy, años después, esos dos momentos llegan a mi memoria y los transcribo en esta nota, porque compartirlos vale la pena.

Me perdí las fotos de instantes inolvidables, pero aquí se quedaron conmigo esos increíbles momentos.

 

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