Por Manuel Gómez Sabogal
Antes que nada, la definición de El Grinch, es importante. “El Grinch es un duende, un personaje de ficción. Su primera aparición fue en el libro infantil de 1957, ¡Cómo El Grinch robó la Navidad! Luego en 1966 reapareció en un especial de televisión con el mismo nombre basado en el libro”.
“El Grinch es considerado un símbolo de la Navidad, como una parodia de lo que el moderno mercantilismo de la fiesta produce. El personaje hace referencia al consumismo predominante y la preocupación solo por sí mismo, alejado completamente del mundo donde viven las personas, al final su corazón vuelve a latir dejando de lado su odio, convirtiéndose en el icono de la Navidad. Fuera del periodo navideño el término "Grinch" suele ser sinónimo de grouchy ("gruñón")”.
Nada como estar tranquilo descansando y recibes un mensaje de El Grinch para decirte que tiene el virus. O sea, al Grinch le dio la Covid.
Y preciso empezando las novenas, me había dicho que no le gustaba la Navidad. Ya lo sabía, pues en una ocasión anterior, en 2017 y precisamente en diciembre, antes de empezar las novenas, invité a un grupo de niños a un programa de radio que emitíamos por la U FM 102.1. y mi amigo el Grinch se dio el lujo de atender a los niños. Afortunadamente, no los asustó mucho.
No necesitó disfrazarse, para darme cuenta ese día que a mi Grinch no le gustaba la Navidad. No sé desde cuándo, pero aprendí a entenderlo. Es decir, siempre lo entiendo y por eso, ya no tiene caso, ni va a cambiar. Se fue así.
Pudo ser que, cuando niño, cantó la canción “mamá, dónde están mis juguetes” y desde esa época nació el Grinch.
Claro que, nuestros mensajes siguen y son constantes. Es más, estaba escribiendo, le conté algo acerca de mi viaje a Medellín y luego contestó: “Por eso, este país es un moridero de moscas. Yo ando en urgencias con COVID, esperando que les dé la regalada gana atenderme”.
Y me asusté. Cómo así que la Covid le dio a mi Grinch.
Afortunadamente, está vacunado y no demoró mucho en el hospital. Salió pronto, pues conociéndolo como lo conozco, sacó el virus y no solo a madrazos. El virus no sabe con quién se metió. ¡Qué encartada!
Y preciso. Antes de que amaneciera, ya el Grinch estaba en la casa. El virus no se quería ir, aunque no se lo aguantó. La Covid se enteró que con ese personaje no se podía meter y ya no lo volverá a hacer. Imagino que el virus quedó arrepentido de por vida.
Meterse con el Grinch, fue un craso error del virus. No sabe lo que le va a pasar, porque las frases y palabras que le debió decir son de padre y señor mío.
Mejor dicho, pobre virus. Lo siento por él.
El Grinch me escribió de nuevo y dijo: “Sigo vivo”.
Tengo la razón. Le dije a una amiga que el bicho se había equivocado y le iba a ir muy mal. Es decir, repito, no sabe con quién se metió. Cuando se dé cuenta, saldrá corriendo. No sabe de qué es capaz mi Grinch.
No se puede pelear con semejante Grinch…Aunque está en casa y sigue peleando con el virus, la tiene ganada…
Está débil, pero se recuperará muy pronto y del todo. El virusito quiere seguir la pelea, pero cometió un gran error…
Yo sé que hay más Grinch en la tierra, pero es que este es muy especial. En tiempo normal es “Gruñón” o también, Olafo…
Es un Grinch simpático. Espero que salga pronto de la cama, siga trabajando y dando lata…