Mis amigos se torturan

6 febrero 2024 3:55 am

Compartir:

Manuel Gómez Sabogal

Soy terco, demasiado, diría yo. Además, mis locuras me hacen escribir algunos textos o enviar música y también algunas reflexiones para desear feliz día o feliz noche, no siempre, usando wasap. A veces, en la mañana. Descanso de wasap los fines de semana. En ocasiones, ni utilizo facebook u otras redes en fines de semana.

No me apego a las redes, pues eso se convierte en una tortura. Por eso, creo que, algunos de mis amigos se torturan.

 

Aunque no envío muchas reflexiones, cuando encuentro algo que vale la pena compartir, lo hago.

 

Algunos de mis contactos leen y escuchan y comentan ora mis escritos ora los vídeos musicales. Otros, simplemente, me envían “Muchas gracias, buenos días” o “Muchas gracias, buenas noches”. Me da la ligera impresión de que algunos solamente son educados y me despachan con “Qué bien”.

Le escribí a un amigo y su respuesta fue: “Aquí viendo noticias” Le envié un vídeo musical a otro amigo y me contestó: “Estoy en las noticias…Lo oiré ahora que me acueste…”. A esto llamo tortura. Desde cuando me conozco, las noticias o los noticieros son iguales, los mismos, no cambian.

Aunque han pasado muchos años, si leemos los periódicos, escuchamos radio o vemos noticieros, la sangre corre por la pantalla. A muchos, ni les conduele lo que ven, escuchan o leen.

Es como si fueran masoquistas de tiempo completo. Prefieren las noticias a la música o la lectura. O de pronto, salir a caminar o de paseo.

 

¿Será que a algunas personas les gusta sentir emociones negativas? Y para completar, reenvían algo que ni ven o leen, pues no les importa. Solamente lo reenvían porque sí. Prefieren hacer eso a quedar mal con los demás, con quien les reenvía una foto, una noticia, una nota de odio, información política que o quieren tener.

Mis amigos se torturan entrando a toda hora a wasap. No importa si tienen elementos importantes ahí, pero quieren recibir o enviar algo. Así mismo, Tik Tok e Instagram ya hacen parte de la vida diaria de algunos de ellos.

Mis amigos se torturan revisando las redes a cada momento, cada segundo de sus días. No descansan en muchos casos.

No sé si importa este texto, si algunos de mis lectores o amigos cambiarán su tiempo en el celular o en el computador por disfrutar una charla al calor de un café, caminar, recorrer lugares maravillosos, visitar museos, conocer diferentes pueblos, asistir a conciertos. Es decir, cambiar para vivir. Cambiar para saber que la vida es hoy, ahora. No hay un después si no somos capaces de vivir.

 

Esta es una invitación a vivir. Vive hoy, disfruta hoy

El Quindiano le recomienda