domingo 16 Nov 2025
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HOY PARA BEBER CON AGUASOLA

10 junio 2020 5:14 pm
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Por: Carlos Alberto Agudelo Arcila

I

Hoy lunes de cuarentena…

GUARDO silencio, le avivo a mis entrañas el verde de los campos muertos, entono el vibrar de los gusanos cuando se arrastran sobre el terreno de los eremitas. Hoy se acentúa en mis recuerdos armonías de piano, de violín, del portón al cruzar el vaivén del viento, el crujir de los cien años de la palma. Una grasa tenebrosa franquea el entorno. El panorama se advierte patético. Hoy vaga mi sombra entre vías del pueblo, hombres bajo el sol consumen el tiempo con expresiones vanas. Hoy el mutismo transita sin rumbo entre baldosas del piso de mi casa. Hoy es titubeo. Algo incierto amputa el paso por darse. El tiempo lesiona el tiempo, se volatiliza la euforia de haber nacido. Son las cuatro y diez…

II

Hoy martes de cuarentena…

HOY TRAJINO el tiempo de los bolsillos vacíos, de la hogaza imposible. Hoy remojo mi boca con vino legendario. Hoy doy tregua a mis manos cenicientas, me ensimismo, me averiguo dónde está la sombrilla para cubrirme del olor a lluvia, en este cuarto con dimensión de hierba pronta a nacer en el solar, donde el jardinero pone en fila la sombra de los árboles y cumple con olfatear el aroma a la distancia. No sé a dónde dirigirme, después de dar un paseo por mi aposento. De pronto preparo maletas, vuelo a otro rincón de mi vivienda, conduzco el deseo de delinear la historia del hombre, hoy descanso de mí mismo. Son las nueve y cinco…

III

Hoy miércoles de cuarentena…

HOY LA mañana no es igual, emerge de un sábado que desconcierta. Camino cuarto a cuarto por la residencia, busco no sé qué, o de pronto anhelo encontrar el tiempo feliz. En el guardarropa descubro un espejo, donde observo la época cuando levantarse era un acto de ir en busca del pan de cada día. Fueron tiempos tristes, de miseria en las calles, sin forma de pagar arriendo, servicios públicos. Rompo el cristal, me dejo llevar por las horas. Regreso al dormitorio, abro un libro, leo una frase la humanidad no tiene destino, de nada me sirve, me conmuevo, no obstante sonrío. Miro cómo el alpiste aletea un colibrí. El gato blanco está atento a un gato amarillo, vigilante del pájaro alejándose con mi alegría de mirarlo en el paisaje. Es el crepúsculo matutino del miércoles o lunes. No me interesa si anuncian libertad para salir, de saltar la línea más allá de la distancia prohibida. Ayer anuncié avenidas de sombras. Empieza a llover, cierro mis ojos, de seguro algo diferente sucede en cada costado del planeta. Son las seis en punto…

IV

Hoy jueves de cuarentena…

LA melancolía se aferra al último cogollo en el filo del abismo existencial, luego la nada, como elemento sugerente, ávido de ser ocupado, quizá por otra nada hasta diluirse en cuanto es, el mundo persiste en núcleo a la deriva. Ladridos frustran su “personalidad” al escuchar el quinto canto del gallo. Se torna confuso el acontecer. Una porción de granadilla sobre la curva de la piel aviva mi lujuria, las yemas de los dedos reafirman aún no eres polvo, todavía estás en la lista de los seres vivos. Son las cinco y cinco…

V

Hoy viernes de cuarentena…

HOY DESGARRA, acobarda, tortura. Hoy insólito, desespera. Hoy falto del verbo eres. Hoy pronto a exhalar su hoy. Hoy designio virulento. Hoy demoledor. Hoy bozal. Hoy sin rumbo. Hoy inhóspito. Se altera la jornada en el ojo izquierdo del obrero, la luz del sol desastilla el ojo derecho al captar el rojo macilento de la pared por caer. La época apesadumbra. Animales exóticos acuden a la plaza principal, con el único fin de encontrarse con ellos mismos, andan sin prisa, igual a perezosos tronco arriba. En cada esquina de la localidad alguien acecha. Son las siete y veintidós…

VI

Hoy sábado de cuarentena…

HOY ESCUCHO ajetreo en la cocina, la caída del agua en el lavaplatos, a la mujer sin descanso. Hoy me persigno ante la flama azul y el olor a bramido muerto. Hoy escucho la risa de ella, el repique de cuchillos, la cebolla de lágrimas. Hoy reflexiono con angustia mis años, me doy otra perspectiva de nuevos amaneceres. El brillo de la cerámica pierde lucidez un paso antes de llegar al antejardín. Mis vistas desoladas inventan espíritus cuadrúpedos en el transcurrir del suelo. Hoy se estaciona en un mismo punto, se paraliza, se desmorona: se desaguan las horas. Son las doce…

VII

Hoy domingo de cuarentena…

SIN sentido. Naufraga de mañana en mañana el suceder. La rutina esparce sus tentáculos. El festivo agoniza. De harapos de tiempo está hecho el domingo de hoy. Se descose. Desnudez de segundos. La humanidad aglomerada en la punta de un alfiler deja ver su pequeñez. A una joven la hala el lazo sujeto al gruñido. Truena en la ciudad pálida. Vuelan siluetas hasta el ramaje más alto. Son las ocho y trece…

¿…?

HOY PARA beber con aguasola. Son…

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